Ganaderos, una mula y mucha pericia: así fue el rescate del caballo que llevaba días atrapado en la ribera del río Caudal

El caballo que desde hace unos días permanecía atrapado en un salto de cemento situado en la ribera del río Caudal ya ha sido rescatado. El Ayuntamiento de Mieres organizó ayer por la tarde un llamativo operativo de rescate para poder sacar al animal del río, tarea que resultó compleja y bastante trabajosa. Para ello, según explicaron fuentes municipales, recurrieron a un veterinario de Llanera especializado en este tipo de labores y en la operación colaboraron varios ganaderos, algunos de ellos llegados desde Cangas de Narcea, Quirós y Cangas de Onís. Se utilizó una mula para guiar al caballo fuera del cauce.

Tras lograr, no sin dificultad, atrapar al animal, este fue guiado por la orilla del río hasta sacarlo a tierra a la altura del viejo hospitalillo de Ablaña, a través de un paso directo al cauce. No había una alternativa más próxima debido a los altos muros de canalización. Por lo tanto, tuvo que ser desplazado aguas abajo a lo largo de un tramo de unos tres kilómetros, ya que el caballo quedó atrapado casi a la altura de la conexión con el valle de Cuna y Cenera.

Un caballo está atrapado en la ribera del Caudal: "Nadie viene a ayudarlo"

La travesía se pudo realizar gracias a la destreza de un ganadero de Cangas de Narcea, José Luis Zalón, quien, a lomos de la citada mula, fue guiando al caballo: "La verdad es a la mula solo le faltaba hablar", apunta, sorprendido, Marcelino Estrada, concejal de Protección Civil de Mieres. "Se trata de un animal salvaje, al que nunca han atado", decía Zalón sobre el equino.

Una vez el caballo se puso en marcha siguiendo los pasos de la calmada mula, el operativo se desarrolló sin sobresaltos. Las labores de rescate generaron bastante expectación entre los usuarios de la senda fluvial del río Caudal. "La verdad es que han actuado con mucha habilidad", reconocía uno de los testigos, ya a la altura de Ablaña. Por momentos participó en el bien planificado rescate en torno a una docena de ganaderos voluntarios, todos ellos con experiencia en rescates de este tipo.

Los vecinos que habitualmente pasan por la zona llevaban varios días inquietos ante la posibilidad de que el animal cayera al cauce y fuera arrastrado por la corriente o se hiciera daño con las piedras. "Primero intentamos sacar al caballo por nuestros medios, pero fue imposible. Así que, al final, recurrimos a un especialista", explica Marcelino Estrada. La actuación se vio favorecida por el poco caudal que arrastra el río a estas alturas del invierno. Con todo, tuvo que superar algún pequeño pozo de incluso un metro de profundidad.

Nadie sabe cómo pudo llegar el animal hasta la zona. Apareció justo debajo del puente que une el casco urbano con el acceso al valle de Cenera. De momento, no se ha localizado a su propietario.

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