Dos años de cárcel por estafar 18.400 euros al exalcalde de Aller

Hay amistades que le llevan a uno a la ruina. Que se lo digan al exalcalde de Aller, Gabriel Pérez Villalta, al que un allegado le ha estafado la friolera de 18.400 euros, aprovechándose de que estaba enfermo en el hospital. El acusado, cuya identidad se corresponde con las iniciales M. G. A., aceptó este martes una condena de dos años de cárcel en la sección segunda de la Audiencia Provincial.

Gabriel Pérez Villalta, cuyos intereses defiende el letrado José Luis Llamazares, estuvo ingresado entre enero y agosto. El exregidor, nacido en 1943 y por tanto de 79 años, estaba imposibilitado en ese momento, y buscó a una persona de confianza para entregarle su tarjeta y que se hiciese cargo de sus gastos y facturas.

Cuando salió del Hospital, Villalta se encontró con que esa persona le había birlado 7.000 euros de la libreta de ahorro con continuos reintegros. Al ir a presentar la correspondiente denuncia, los agentes le aconsejaron que acudiese a su sucursal bancaria y comprobase su cuenta porque su amigo podría haber realizado muchas más extracciones de dinero.

Efectivamente, en el banco le informaron de que la cantidad desaparecida de la cuenta en aquellos ocho meses de enfermedad era mucho más elevada de lo detectado inicialmente y alcanzaba la friolera de 18.400 euros.

Cuando le interrogaron, M. G. A. aseguró que tenía un problema de ludopatía y que todo el dinero se había ido en el juego. Sin embargo, el informe de los forenses demostró que en absoluto tenía un problema con las tragaperras o las apuestas deportivas, y que no podía aducir enfermedad. Había cogido el dinero en plenas facultades. Se desconoce en qué utilizó una cantidad tan abultada.

El caso iba a juzgarse inicialmente en el Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo. El acusado no se personó. El asunto terminó aterrizando en la sección segunda de la Audiencia, al tratarse de un delito continuado de estafa.

Juicio en la Audiencia

Este martes se iba a celebrar finalmente el juicio, pero el acusado accedió a reconocer los hechos y declararse culpable, por lo que el ministerio público redujo su petición inicial hasta dos años de prisión. La acusación particular se mostró favorable con esta pena con la condición de que el acusado pagase la deuda en la que había incurrido. El hombre adujo que no tenía trabajo y que era insolvente. Aún así, aceptó pagar la deuda en cinco años, a razón de 150 euros al mes.

Tras el juicio, Pérez Villalta, que como se sabe estuvo investigado en el "caso Hulla" por haber dado de paso el proyecto del geriátrico de Montepío de la Minería en Felechosa –del que se habrían lucrado tanto José Ángel Fernández Villa como su mano derecha, José Antonio Postigo–, hacía notar que le habían intentado acusar de ser un corrupto y llevarse dinero cuando en realidad el estafado había sido él.

Suscríbete para seguir leyendo