Lena vuelve al siglo IX

La asociación La Guardia recrea en Pola la época en que se construyó Santa Cristina y demuestra que "en la Edad Media se lavaban"

Pelayo Megido en una de las tiendas de la recreación. | D. O.

Pelayo Megido en una de las tiendas de la recreación. | D. O. / David Orihuela

David Orihuela

David Orihuela

La historia se enmarca en grandes momentos pero se compone de vida cotidiana, con el día a día. Es lo que demostraron este fin de semana en Pola de Lena los componentes de la asociación de recreación histórica La Guardia. Montaron un campamento en la plaza de Alfonso X El Sabio en el que mostraban como era la vida en el reino de Asturias en la época de la construcción de uno de los grandes templos del prerrománico asturiano, Santa Cristina de Lena.

Lena vuelve al siglo IX

Eros Martínez y su padre, Noé, sostienen una cota de malla / David Orihuela

"Pretendemos hacer un museo viviente para que la gente pueda tocar la historia", explicaba Pelayo Megido, uno de los responsables de la asociación. En realidad se trataba de un campamento militar en el que recreaban la vida cotidiana, "porque no nos podemos traer una casa del siglo IX". Allí, durante todo el fin de semana explicaron como vivían los asturianos en ese periodo de esplendor del reino de Asturias. Desfacieron entuertos y desterraron mitos, por ejemplo que "la Edad Media no era una época sucia y marrón, estaba llena de color y contra lo que todo el mundo piensa, la gente se lavaba", apuntaba Megido.

Los ungüentos, los champús, la pasta de dientes y demás elementos de higiene y belleza era de lo que más llamaba la atención a los visitantes. Lógico, si se les explica que hace más de mil años "se utilizaba el yeso para hacer una mascarilla para mantener turgentes los pechos de las mujeres y los testículos de los hombres". Eso sí, "no dejaban que se secase demasiado porque entonces la turgencia podría ser demasiado", explicaba una de las chicas de la asociación.

La mayor parte de los productos utilizados tanto en alimentación como en medicina eran naturales, por mucho que buena parte de ellos sean considerados hoy ilegales, como el opio.

Y después de acicalarse llegaba en muchas ocasiones el momento de la batalla, uno de los oficios de la época. Por ello, en Pola de Lena se pudo ver una muestra de escudos, lanzas, cascos o vestimentas de los guerreros. El pequeño Eros Martínez, con su padre Noé, estaba encantado con las armas mientras su padre "alucinaba" al coger una cota de malla que pesaba nada menos que 15 kilos y reconocía que la muestra le parecía "una buena forma de dar a conocer nuestro pasado y atraer turismo a Lena".

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