La expectativa comercial crece en el eje peatonal de Mieres y sigue sin despegar en la Mayacina

Más de un docena de bajos permanecen sin uso en los edificios del entorno del nuevo parque urbano inaugurado hace ya casi un año

Jessica Bernardo, en las dependencias de su tienda, Dulces Sueños. | D. M.

Jessica Bernardo, en las dependencias de su tienda, Dulces Sueños. | D. M. / David Montañés

El parque de la Mayacina no ha hecho florecer la actividad comercial. Desde que quedó inaugurado hace ya casi un año, ninguno de los locales que rodean este gran espacio de ocio y recreo ha suscitado el interés suficiente entre los emprendedores. El Ayuntamiento de Mieres ha sido el único interesado en invertir en el ensanche de la ciudad, habilitando un bajo como sala de estudios. El resto, más de una decena de inmuebles, permanecen tal como se encontraban antes de que el desarrollo del nuevo parque generara unas expectativas que, de momento, no se están cumpliendo.

Bajos comerciales sin uso, vistos desde uno de los accesos al parque de La Mayacina. | D. M.

Bajos comerciales sin uso, vistos desde uno de los accesos al parque de La Mayacina. | D. M. / David Montañés

"El gran problema es que hoy nadie se quiere meter en una inversión desde cero y acondicionar un inmueble que nunca ha tenido uso", coinciden en apuntar varios comerciantes consultados por este diario. El sector no se muestra especialmente extrañado por la ausencia de interés a la hora de instalar un negocio con vistas al nuevo parque urbano: "Los cambios siempre requieren un tiempo de adaptación, pero de momento la demanda de locales se sigue concentrando en los principales ejes comerciales del entorno de la plaza de abastos, entre las calles Manuel Llaneza y Carreño Miranda, con algo de caída también hacia La Vega", explica Roberto Ardura, presidente de la Asociación de Comercio, Hostelería y Servicios "Ye Mieres".

El tejido comercial percibe que las peatonalizaciones que se están abordando actualmente en el centro de Mieres resultan más atrayentes que el nuevo parque de la Mayacina. "Mientras la ciudad no experimente un crecimiento, la actividad comercial seguirá gravitando en torno a los actuales ejes, con más transito y donde se pueden encontrar locales cada vez a mejor de precio", remarca Ardura.

Esta percepción sobre los flujos queda constatada por la experiencia personal de los nuevos emprendedores. Jessica Bernardo abrió su tienda de ropa para bebés hace pocos meses. Optó por instalarse en la calle Manuel Gutiérrez, una de las arterias peatonales que confluyen en la plaza de abastos. "Miramos por toda la zona central y nos decantamos por este local debido a que el alquiler era muy similar al de la periferia y el interior no necesitaba grandes reformas".

Jessica Bernardo reconoce que en su momento ni se planteó instalar su negocio en el entorno del nuevo parque de la Mayacina: "Poner en marcha una tienda conlleva muchos gastos y meterse en la inversión del acondicionamiento de un bajo totalmente diáfano es muy complicado". Finalmente Dulces Sueños, su establecimiento, abrió sus puertas en el corazón del cogollo comercial de Mieres. En este caso, la promotora optó por confiar en su propia percepción de las necesidades de la ciudad: "Hay que saber qué necesidades hay y qué puede funcionar en cada zona. Nosotras teníamos niños pequeños y habíamos percibido que había una carencia en Mieres en lo relativo a todo lo que tiene que ver con la moda ligada a los más pequeños, así que nos decidimos". Después de varios meses de actividad, Jessica Bernardo percibe que la ciudad disfruta de un dinamismo que gravita sobre los ejes peatonales del centro urbano: "Estamos contentas con la ubicación elegida".

Mientras el centro de Mieres, aún con locales vacíos, aparenta ofrecer un ambiente acogedor para la actividad comercial, alejarse del epicentro urbano parece conllevar un decaimiento de las compras. Las expectativas optimistas sobre el efecto que tendría la inauguración del nuevo parque de La Mayacina sobre la red de bajos comerciales del ensanche urbano de Mieres que permanecen sin inaugurar no se están cumpliendo.

Transcurrido ya casi un año desde la entrada en servicio de la esperada zona verde, más de una docena de locales siguen sin uso. El abandono es tal que hasta los "okupas" han accedido en alguna ocasión a estos inmuebles. La Unión de Comerciantes del Caudal repara en la apatía inversora: "Cuando se anunció el proyecto del parque percibimos interés y hubo inversores que contactaron con la asociación para informarse; pero ahora no percibimos ningún tipo de movimiento", señala Loli Olavarrieta.

500 viviendas

El nuevo y céntrico barrio de la Mayacina ya tiene casi tres décadas de vida. Es el tiempo que ha transcurrido desde que empezaron a construirse los primeros pisos. Actualmente están edificadas más de 500 viviendas en el marco de este ambicioso plan urbano. Pese a la alta concentración de habitantes y a su céntrica ubicación, la Mayacina no ha logrado generar tejido comercial. Ni tiendas, ni bares, ni servicios de ningún tipo, salvo una clínica dedicada a la atención sanitaria y una cervecería ubicada en el extremo norte, ya junto a la estación del Vasco, fuera del contorno de lo que se estableció como marco del plan residencial de la Mayacina.

Las expectativas parecen haberse trasladado ahora a la expansión peatonal del centro urbano. La actuación afecta a las calles Doce de Octubre y Escuela de Capataces, con un coste de 1,24 millones de euros.

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