Langreo rechaza que Hunosa use la escombrera de Iberdrola para La Pereda: "Lo analizaremos jurídicamente"

El gobierno local considera que la autorización ambiental está ligada a la actividad de la térmica de Lada, que en la actualidad está siendo desmantelada, y por lo tanto ya no seguiría en vigor

El depósito de cenizas de la térmica de Iberdrola en Cuturrasu (Langreo)

El depósito de cenizas de la térmica de Iberdrola en Cuturrasu (Langreo) / Luisma Díaz

El uso acordado por Hunosa de la escombrera de la térmica de Iberdrola en Lada, en proceso de desmantelamiento, para albergar los residuos de la térmica mierense de La Pereda, no ha sentado bien en el Ayuntamiento de Langreo, que acaba de anunciar que analizará "jurídicamente" el permiso por el que la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado pretende dar luz verde a esta maniobra.

A la espera de un análisis jurídico detallado, el gobierno local considera que la autorización ambiental integrada fue otorgada en su día "para la actividad de la central térmica de Iberdrola estando este permiso ligado a la actividad de esta instalación, que como es sabido, está en proceso de desmantelamiento", exponen en una comunicación pública. De tal manera que, pese a que se han hecho labores de mantenimiento para depositar las cenizas residuales de la central y el parque de carbones, "ésta es una instalación que está ligada a la central térmica y con su desmantelamiento decae, necesariamente, la autorización ambiental", sostiene el concejal de Urbanismo langreano José Antonio Cases. Es decir: si la térmica deja de estar operativa, también debería dejar de estarlo la escombrera, según el razonamiento municipal.

Del mismo modo, el Consistorio langreano apunta que "no consta en los archivos municipales licencia de actividad ni tramitación independiente para la instalación del depósito de cenizas al que la Consejería pretende dar luz verde unilateralmente". Y con ello, explican que "en principio, el cierre de la central térmica que es el origen del vertedero, deja la instalación sin cobertura de actividad, y en consecuencia, fuera de ordenación". Citan para ello el artículo 19 del Plan General de Ordenación (PGO) del año 2011, que califica la zona como "suelo de especial protección", lo que dejaría al depósito de cenizas como "un uso prohibido". A todo ello se añade, además, que "se trata de una propuesta que no beneficia en nada a Langreo", subrayan.

Con el acuerdo para llevar sus residuos a la escombrera de Cuturrasu, en Langreo, Hunosa solucionaría un grave problema al que se enfrentaba el proyecto de transformación de La Pereda, que pasará de ser central de carbón a central de biomasa. La térmica de La Pereda, tal como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA, lleva casi año y medio sin poder quemar carbón, acumulando un gran stock de mineral procedente del pozo Nicolasa, porque no había podido solventar el problema de en qué lugar acumular y gestionar las cenizas procedentes de la quema de combustible.

El problema al que se enfrentaba Hunosa surgió con el cierre de la escombrera de Pumardongo, en Mieres, cuyos terrenos fueron utilizados durante años como depósito de servicio de la central. La falta de un vertedero para depositar las cenizas ha mantenido la central de La Pereda parada desde hace meses, con sus 37 trabajadores fijos asumiendo desde entonces tareas y labores de mantenimiento y al sostenimiento de la planta piloto de captura de CO2 existente en las instalaciones.

Finalmente, tras fructificar las negociaciones con Iberdrola, ambas empresas ya disponen de los permisos ambientales del Principado para poder usar la escombrera de Cuturrasu, el histórico "almacén" de cenizas de la térmica de Lada. Según el permiso otorgado, se podrán acumular en este enclave del concejo de Langreo un total de 100.000 toneladas de "escorias y cenizas volantes". Un acuerdo con el que el Ayuntamiento de Langreo no está de acuerdo.

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