El LXXIV Concurso de Relatos de La Felguera, el más antiguo de España, ya tiene ganador: "Las Palomas", de Eduardo Hojman

Hay que tener mucha y muy buena letra para escribir, con humor y a golpe de metáfora, una crítica social. Lo ha conseguido Eduardo Hojman, autor porteño residente en Barcelona, en su cuento "Las Palomas". La obra fue galardonada ayer en el LXXIV Concurso de Relatos de La Felguera. Es el más antiguo de España y lo convoca la Sociedad de Cultura y Festejos "San Pedro" de La Felguera. Dotado de 4.000 euros, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Langreo. "Es un honor, aún lo estoy asimilando", reconoció el galardonado.

Al certamen se presentaron más de medio millar de obras (429 evaluables). El jurado estuvo presidido por Salvador Gutiérrez Ordóñez, catedrático de Lingüística General de la Universidad de León, director de la Escuela de Gramática Española "Emilio Alarcos Llorach" y miembro de la Real Academia Española (RAE). Entre los responsables de la evaluación estuvo la escritora Ángeles Caso, ganadora del Premio Planeta, junto a otras plumas de renombre. "La calidad era muy alta y el debate ha sido largo", reconocieron.

Toda la mañana para decidir entre los cuentos presentados. Especialmente, apuntó Salvador Gutiérrez, entre las siete obras que más sobresalían: "Suele pasarnos esto todos los años, hay algunos trabajos que siempre son de muchísima calidad", afirmó. La elección del ganador fue unánime. Según Gutiérrez, "está muy bien construido, muy bien redactado". Usa la metáfora con elegancia, unas palomas que molestan al protagonista por el ruido. No le dejan dormir.

"No tengo nada en contra de las palomas", bromeó el autor, minutos después de conocer el fallo del jurado. Eduardo Hojman, editor de profesión y autor de dos novelas (una de ellas, "La muñeca maldita", ya publicada), dejó claro que es "puro simbolismo". "Me gustaba jugar con la idea de que las palomas, que son símbolo de paz, acá se miran como algo profundamente negativo", matizó. Natural de Buenos Aires, puso algo de su historia en el cuento: relata con elegancia los choques de convivencia de un joven que acaba de llegar a España desde Latino América. Por cierto, cuando recibió la llamada del jurado estaba de cumpleaños con unos amigos en una masía: "Ahora tengo un motivo más para festejar".

Escritura

También puede celebrar que a Ángeles Caso le encantó su obra. Afirma la escritora que un buen relato es "coronar una cima". Una novela, eso sí, es llegar a la cumbre del Everest. "Cuando escribes relato es por un tiempo más corto, normalmente. Cuando estás con una novela sabes que te quedan meses o años de trabajo por delante". No le gusta dar consejos, "siento que cada vez sé menos cosas", pero si le preguntan tiene dos recomendaciones para los que empiezan a escribir. La primera, que lean todos los clásicos. La segunda, en la literatura como en la vida, hay que perder el miedo a borrar lo que no convence y empezar de nuevo.

Miedo no, pero el jurado del certamen de La Felguera cada vez lo tiene más difícil para elegir a los ganadores. "Las pasamos canutas, siempre nos pasa que hay varias obras casi empatadas en cuanto a calidad", reconoció Javier García Cellino. Licenciado en Derecho e Historia del Arte, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA y escritor, es un asiduo en las deliberaciones. Completaron el jurado Francisco García Pérez, catedrático de enseñanza secundaria, escritor y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA; José Luis Mediavilla Ruiz, psiquiatra y novelista; José Manuel Díaz González, maestro, licenciado en Filología Románica; Maite Juan Fuente, licenciada en Historia del Arte; María Teresa Álvarez García, licenciada en Ciencias de la Información; Ramón Rodríguez, Suárez, maestro, licenciado en Filosofía y diplomado en lengua francesa; y Verónica González Fernández, licenciada en Filología Inglesa y máster en dirección de comunicación, protocolo y relaciones públicas. Como secretaria, Marta García Iglesias, de la junta directiva de la Sociedad de “San Pedro”.  Juan José Vega "Juancho", presidente de la Sociedad "San Pedro", se llevó la parte más dulce: darle la noticia al ganador. "Siempre es un honor", reconoció.

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