Sin agua y sin tiempo: las razones de las peñas del Descenso Folklórico del Nalón para no navegar hasta La Chalana

Media docena de grupos explican como vivieron en primera persona el caos en el Descenso Folklórico

Un instante del Descenso Folklórico del Nalón.

Un instante del Descenso Folklórico del Nalón. / Juan Plaza

Andrés Velasco

Andrés Velasco

El día después de la "decepción" que provocó en muchas peñas el Descenso, a medias, del Nalón, una representación de los participantes han analizado para LA NUEVA ESPAÑA lo sucedido, siempre bajo su punto de vista personal. Y la conclusión a la que llegan es que primero faltó el agua, y después faltó tiempo, o mejor dicho, luz. A partir de la carroza número 14, hubo reuniones de capitanes y mucho intercambio de opiniones sobre el caudal del río, lo que provocó que finalmente el descenso quedase a medias.

La peña "El Otero Team" fue la penúltima en bajar. Explican que para ellos la razón de que otros compañeros no bajasen fue la falta de tiempo, aunque entiende que de no haber el parón por esas reuniones entre capitanes hubiera dado tiempo a bajar a la mayoría. "Esto es el Descenso del Nalón y no la subida de la general, y había agua como para bajar", apunta un portavoz. Desde la peña "Barettini" entienden que se les hizo tarde, pero que hubo posibilidades de bajar. "Se hizo tapón y si alguien quería bajar, de las carrozas grandes, no podía", señalan.

La peña "Tolivia", que llevaba un barco de Peter Pan, fue la primera en no navegar: "El agua llegó muy tarde, y cuando nos tocaba a nosotros no hubiera dado tiempo a que bajaran todas". "Creemos que había que primar la seguridad de todos", asguran. Una idea que comparten desde la peña "Carrio": "Con las reuniones de capitanes nos dieron casi las ocho, y ya no iba a haber luz para bajar". Y agrega que el problema fue "que o abrieron tarde en la presa, o no lo hicieron tanto como otros años, porque había poca agua".

Los "rebeldes" fueron los de la peña "Los Coyanes", que pese al teórico acuerdo de no bajar, lanzaron su embarcación al río, siendo la última en surcar el Nalón. "No fue una decisión de los capitanes, sino de los participantes de la peña, que habían estado tirando por la carroza desde Laviana como animales porque se rompió el eje, y quisieron bajar el río fuera como fuera".

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