El CINN de El Entrego capta 300.000 euros para investigar cómo mejorar los tratamientos del cáncer de endometrio

El estudio del Centro de Nacnotecnología persigue atacar la enfermedad de forma personalizada, limitando la quimioterapia y radioterapia

Mario Fernández Fraga lidera el equipo del proyecto, que trabajará durante tres años

Por la izquierda, Mario Fernández Fraga, Juan Ramón Tejedor, Annalisa Roberti, Isabel Palacio y Agustín Fernández.

Por la izquierda, Mario Fernández Fraga, Juan Ramón Tejedor, Annalisa Roberti, Isabel Palacio y Agustín Fernández. / Miguel Á. Gutiérrez

Miguel Á. Gutiérrez

El laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina, adscrito al Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) de El Entrego, liderará una investigación de ámbito nacional para buscar biomarcadores epigenéticos que permitan mejorar el tratamiento de mujeres con cáncer de endometrio. El equipo, dirigido por Mario Fernández Fraga, ha conseguido uno de los ochos proyectos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Está previsto que tenga una duración de tres años y contará con una financiación de 300.000 euros.

La investigación, bajo el epígrafe "Aprendizaje automático e integración de biomarcadores multiómicos para prevenir la recurrencia inesperada y evitar la quimioterapia innecesaria en mujeres con cáncer de endometrio", pretende lograr tratamientos más personalizados y efectivos que también permitan reducir la mortalidad.

El de endometrio es uno de los cánceres ginecológicos más diagnosticados y ocupa el cuarto lugar en frecuencia entre las mujeres, señalaron los investigadores, que detallaron que su aparición está relacionada con "situaciones predisponentes como la obesidad, la diabetes o la exposición a estrógenos por tiempo prolongado. Tiene una gran relevancia por su heterogeneidad y su relación con estilos de vida que podemos modificar".

También argumentaron que, a pesar del aumento en las tasas de diagnóstico y mortalidad, sigue siendo una enfermedad "relativamente desatendida a nivel de investigación" en comparación con otros, como el cáncer de mama y de ovario, "lo cual ha limitado la disponibilidad de tratamientos más efectivos y personalizados que podrían marcar una diferencia significativa en la supervivencia y la calidad de vida de las pacientes". Hoy en día el tratamiento estándar de los tumores endometrioides en estadios tempranos, expusieron, consiste "únicamente en cirugía, mientras que la irradiación y la quimioterapia se recomiendan en función de los factores de evaluación del riesgo clínico-patológico". Tampoco "hay acuerdo sobre un plan de tratamiento adecuado y no existe un sistema de clasificación coherente y objetivo que pueda distinguir realmente entre las pacientes con cáncer de endometrio de bajo grado y bajo estadio que se beneficiarán de la terapia adyuvante y las que no, lo que conduce al problema clínico de la sobreutilización e infrautilización de la terapia. Además, para los tumores de endometrio más avanzados y de alto riesgo la tasa de supervivencia es bastante baja, debido en parte a la falta de una terapia más personalizada en comparación con otros tipos de cáncer".

"Este proyecto surge de una estrecha colaboración entre nuestro laboratorio y el departamento de oncología ginecológica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) encabezado por la doctora Isabel Palacio", indicó la investigadora Annalisa Roberti, que resaltó que con este proyecto "nos proponemos identificar biomarcadores pronóstico que permitan clasificar a las pacientes que realmente necesitan quimioterapia adyuvante postoperatoria, previniendo o retrasando la recurrencia".

Liderazgo

El grupo de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina se ha "consolidado como líder en el análisis de datos multiómicos y ‘big data’, así como en la aplicación de inteligencia artificial y aprendizaje automático en medicina aplicada", señalaron sus responsables. Recientemente han logrado identificar biomarcadores en cáncer de tiroides y leucemia infantil mediante técnicas avanzadas de análisis molecular. "Nuestro grupo ha aplicado con éxito un enfoque de inteligencia artificial (IA) para clasificar lesiones tiroideas con patrón folicular difíciles de diagnosticar y rastrear la evolución tumoral. Utilizamos métodos de clasificación basados en aprendizaje automático para identificar un conjunto mínimo de biomarcadores epigenéticos. Estos biomarcadores son valiosos complementos a las técnicas de diagnóstico actuales, ayudando a priorizar intervenciones quirúrgicas, especialmente en casos de citologías inciertas", afirmó Juan Ramón Tejedor, responsable del desarrollo de las herramientas bioinformáticas del laboratorio.

Este mismo enfoque será el que se empleé en el proyecto aprobado, desarrollando modelos de inteligencia artificial y herramientas digitales basadas en datos moleculares que permitan identificar biomarcadores pronósticos en el cáncer de endometrio. Mario Fernández Fraga indicó que la meta es "establecer un sistema de clasificación molecular y estratificación de riesgos que sea objetivo, reproducible y rentable que tenga el potencial de integrarse de manera rutinaria en la gestión terapéutica del cáncer de endometrio".

Para ello, como apuntó Agustín Fernández, otro de los coordinadores del proyecto, "examinaremos en detalle varias capas ómicas del cáncer de endometrio en una cohorte de pacientes recopilada retrospectivamente en el HUCA en los últimos 20 años" en el denominado Banco de Tumores del Principado de Asturias, que conserva muestras de pacientes diagnosticadas desde hace varios años: "Generaremos una cantidad masiva de datos moleculares. La integración de datos multiómicos con los datos clínicos y con la ayuda de la inteligencia artificial facilitará la identificación de nuevas dianas moleculares complejas con fines terapéuticos, guiando una terapia más eficaz y específica".

Calidad de vida

Los resultados de este proyecto pueden suponer, a juicio de los investigadores, una mejora de la calidad de vida de las pacientes con cáncer de endometrio "al aumentar su supervivencia, eliminar los efectos secundarios de terapias innecesarias o ineficaces, y reducir los daños psicológicos". También reducirá los gastos médicos.

"La caracterización molecular del cáncer de endometrio a través del Consorcio del Atlas del Genoma del Cáncer ha dado el pistoletazo de salida para un mejor conocimiento de la enfermedad que se traduce en el desarrollo de terapias más personalizadas. Por el momento, los avances en los tratamientos farmacológicos se están aplicando en pacientes con tumores en etapas avanzadas que, en el futuro, se trasladarán a situaciones más precoces con el objetivo de alcanzar más curaciones", resumió Isabel Palacio, responsable de oncología ginecológica del HUCA y miembro del equipo de investigación.

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