Ana Coto | Directora del Instituto regional de Neurociencias, hoy ofrece una charla en Ciaño

"Hay gente que se muere sin ser dependiente; debemos dotar de salud a los años de vejez"

"Con prevención, una buena alimentación y ejercicio físico se puede lograr un envejecimiento saludable; y nunca es tarde para empezar"

Ana Coto, catedrática de Morfología y Biología Celular. | Irma Collín

Ana Coto, catedrática de Morfología y Biología Celular. | Irma Collín / Miguel Á. Gutiérrez

Miguel Á. Gutiérrez

Ana Coto Montes, catedrática del departamento de Morfología y Biología Celular de la Universidad de Oviedo, estará hoy, a las 20.00 horas, en la Casa de la Buelga (Ciaño, Langreo) para impartir la conferencia "Pasión científica: celebrando el Día de la Mujer y la Niña en las Neurociencias", en el marco de un acto organizado por la asociación Cauce del Nalón. La doctora Coto, directora del Instituto de Neurociencias del Principado de Asturias, también hablará de la labor que desarrolla este departamento.

–¿En qué campo se centran sus investigaciones?

–Llevo trabajando desde hace quince años en temas de envejecimiento. Lo que pasa es que mi grupo ha ido creciendo y ahora podemos llevar más de una línea de investigación. Nuestra labor se basa en la búsqueda de biomarcadores. Buscamos aquellas moléculas que se alteran dentro de la célula ante una situación patológica o fisiológica que estemos estudiando. A medida que envejecemos, se van produciendo cambios en la célula y lo que hacemos es detectar esas variaciones para usarlas como marcadores. Cuando tal molécula llega a ciertos niveles eso quiere decir tal cosa. Eso es lo que hacemos. Lo empezamos a estudiar en la sangre de personas que iban envejeciendo para encontrar marcadores de fragilidad, de gente que podía entrar en riesgo de entrar en dependencia. Porque el problema que tiene el envejecimiento no es más que la posible dependencia y lo que nosotros queremos es retrasar esa dependencia lo máximo posible.

–También colaboran con el hospital Monte Naranco.

–Junto a esa línea y al mismo tiempo, empezamos a hacer un circuito de investigación, desde hace diez años, que es único en España y en el que trabajamos con el Hospital Monte Naranco, que es centro de referencia en envejecimiento. En los casos de los ancianos que llegan con fractura de cadera al hospital, cuando se les opera, parte de la muestra de músculo que se tiene que retirar para poner una prótesis va a nosotros. De forma que tenemos sangre y músculo de personas vivas que están envejecidas y con ello podemos compararlo con aquellas personas que tienen un grado de independencia mayor. Y vemos qué diferencias hay en sus células. Y estamos buscando marcadores de daño muscular en el envejecimiento.

–¿En qué otras líneas de investigación están inmersos?

–Cuando empecé como directora del Instituto de Neurociencias , me presenté al resto de grupos para ofrecer nuestra colaboración. Desde Psiquiatría se pusieron en contacto con nosotros y nos contaron la problemática actual en los trastornos mentales, que es que el diagnóstico se hace por test y por la experiencia del evaluador. Pero no tienen moléculas detectables. Nos pusimos a hacer lo mismo que hacemos con el envejecimiento y empezamos a trabajar con esquizofrenia y con trastorno bipolar, que tienen en común las fases iniciales.

–¿Cómo se logra un envejecimiento saludable?

–Hace unos años se pensaba que el envejecimiento era sinónimo de dependencia, pero ahora conocemos que son dos dimensiones diferentes. Los procesos de prevención son muy importantes. Con una buena prevención, una buena alimentación, ejercicio físico y algunas cosas más se puede lograr un envejecimiento saludable. Hay personas que pueden llegar a morirse sin ser dependientes. Nuestra rama de investigación es dotar de salud a esos años de vejez. Y hay otra que se dedica a conseguir más años de vida. Imaginemos que, a base de mejorar la calidad de vida, conseguimos que una parte muy importante de la población llegue en muy buen estado a lo que se considera el límite de la esperanza de vida de la especie humana, que son los 120 años. Si conseguimos eso, lo que nos va a decir todo el mundo es que no nos quedemos ahí, porque querrán vivir más.

–¿A qué edad se debe iniciar ese proceso de prevención?

–Hay que decir en primer lugar que nunca es tarde para empezar a hacer ejercicio físico o cuidar la alimentación. Pero, evidentemente, si nos cuidamos desde los veinte años tendremos un nivel de protección y prevención que no tendrá una persona que empieza a cuidarse a los sesenta. Pero, como digo, nunca es tarde. Y vamos a obtener resultados. Cuando las personas son mayores, lo más importante es la constancia. No frustrarnos. Y cuando hablo de prevención no solo me refiero a la parte física o mental. También hablo de prevención social. Si sabemos que nos vamos a jubilar el año que viene, este año ya tenemos que empezar a programar esas actividades que nos resulten ilusionantes para cuando llegue el momento. No puede ser que me jubile hoy y esté en el sofá pensando ahora qué hago.

–¿Cómo valora la presencia de la mujer en la ciencia?

–En las matriculaciones de los estudios de ciencias de la salud, por ejemplo, las mujeres superan con mucho a los hombres. Lo que hay que hacer es apoyarlas para seguir con la carrera científica. Los niños y las niñas reciben la misma educación, pero después hay que dar respaldo desde un punto de vista social. Que no reciban ningún mensaje de que esto no es propio de niñas. Porque, a determinadas edades, somos especialmente dúctiles. Y, después, cuando se sigue la carrera científica, emprendes un camino que son unos años muy duros de trabajar muchísimo tiempo, y muchas veces fuera de España. En esos momentos, lo que necesitan mujeres y hombres es mucho apoyo para poder llevar a cabo sus actividades sin que se considere que estamos sacrificando otras partes importantes de nuestra vida. Los hombres, en general, no se encuentran ningún momento en que tienen que escoger entre la familia y el trabajo. Sin embargo, con las mujeres sí pasa. Lo que digo es que si tienen que escoger, que sean los dos. Y sino, que se les apoye para que no tengan que escoger.

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