El partido de Copa del Rey ante el Mallorca es la primera oportunidad que tiene la plantilla del Sporting de Gijón de hacerse perdonar por su entrenador tras el mal partido disputado en Getafe que desató las críticas de Manolo Preciado, quien va a mantener sus habituales rotaciones en esta competición.

Preciado dejó en Gijón a varios titulares como Gregory, De las Cuevas, Nacho Novo o Sangoy además de los tocados Canella y Ayoze, lo que abrió las puertas de la convocatoria a tres jugadores del filial, el defensa Pedro Orfila y los centrocampistas Juan Muñiz y Sergio Álvarez, que tienen bastantes posibilidades de contar con minutos.

El Sporting viajó sin laterales zurdos porque Preciado decidió dar descanso a José Ángel a pesar de saber que Roberto Canella aún no esta totalmente recuperado de las molestias físicas que le están haciendo perderse las ultimas jornadas de liga.

La ausencia de laterales zurdos supone que Preciado tenga que improvisar para cubrir esa demarcación en la que podría situar a uno de los dos laterales diestros Lora o Sastre, o incluso a un centrocampista como Landeira o Portilla ya que especialmente este último juega a veces en esa demarcación en los entrenamientos.

El único puesto que parece seguro para este encuentro de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey es el de portero, posición en la que jugaría Cuéllar, mientras que Botía, Gregory y Jorge se juegan dos puestos como centrales.

El técnico sportinguista no dio pistas de sus planes para el encuentro de mañana y todo quedara pendiente para el último entrenamiento previsto para la tarde de hoy en Mallorca en el que podrían verse las intenciones de Preciado, quien nada más llegar a Palma aseguró que ya se le había pasado el cabreo por la derrota en Getafe.

Preciado indicó que "ya se ha hablado todo lo que se tenía que hablar y ahora toca afrontar una nueva competición" y espera lograr un buen resultado que permita superar la eliminatoria en el encuentro de El Molinón y sobre todo que su equipo ofrezca una cara más parecida a la que mostró ante el Sevilla y no la de Getafe. EFE