De momento, Ernesto Valverde sigue en pie. Ha logrado sobrevivir a un par de envites. Ni Xavi ni Roland Koeman han dado el visto bueno a la oferta presentada por el Barcelona, por lo que las opciones principales de relevo se desvanecen. El técnico azulgrana, ajeno al ruido desatado, espera en un segundo plano por los acontecimientos. El Barça regresa hoy al trabajo (11.00 horas) y lo hace con la incertidumbre planeando sobre la cabeza de Valverde, de nuevo en entredicho tras el batacazo del Barça en las semifinales de la Supercopa de España.

Abidal regresó ayer a Barcelona tras su periplo de tres días por Qatar. La explicación oficial era ver la evolución de Dembele. La real, negociar con Xavi. El francés llegó con una negativa en las maletas: al menos para asumir el reto de forma inmediata. La contestación es similar a la que habría dado Koeman, actual seleccionador holandés, a la directiva catalana. No está dispuesto a aceptar el banquillo en mitad de la temporada.

La continuidad de Valverde cuenta con pocos aliados en el club y, tras la derrota en Arabia Saudí y ante el temor de que el Barça pueda vivir otro descalabro en Europa, como sucedió en las dos anteriores temporadas, el Barça parece dispuesto a hacer lo que hace años que no hace: destituir a su técnico a mitad de campaña.

La situación de Valverde es comentada en todos los ámbitos. Incluso en la Premier League. Pep Guardiola, entrenador del City y ex del Barça, fue preguntado al término del choque ante el Aston Villa por la situación del técnico azulgrana. "Barcelona es un sitio especial, porque ganar la Liga no es suficiente. Me sabe muy mal por Ernesto Valverde. No se merece esto. Ojalá se pueda solucionar pronto la situación, como socio de este club", explicó Guardiola.

Cuatro meses sin Luis Suárez. Al margen del lío en los banquillos, el Barça recibió ayer una mala noticia, con la operación de rodilla a la que fue sometido Luis Suárez y que le mantendrá fuera durante los próximos cuatro meses.