España brilla para vencer a Eslovenia en el Martín Carpena

Brillante ejercicio de competitividad de España para abrir el Torneo del Centenario y enamorar a un Martín Carpena entregado a su selección. Solo es el segundo amistoso, pero este equipo ya es una máquina de triturar a sus rivales más directos por los puestos más altos del Mundial. 10 minutos le duró la felicidad Eslovenia. A partir del segundo cuarto, Sergio Scariolo y sus jugadores secaron el talento de Luka Doncic para vencer 99-79.

No hubo dudas ni tampoco momentos para titubear por los problemas en el base. Igual que los puntos a mejorar ya los sabe el cuerpo técnico de Sergio Scariolo, también pueden sacar conclusiones muy positivas de lo visto en este primer encuentro. Lo probó todo y a todos, pero si hay una señal sobresaliente es la pareja Santi Aldama y Wily Hernangómez. Los interiores se entendieron como si llevaran toda la vida juntos y ahí España solo puede ganar con sus dos líderes en la pintura. La única mala noticia, el feo gesto del tobillo de Usman Garuba que le obligó a marcharse sin poder apoyar.

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Por razones bien distintas, hay dos nombres a destacar. El primero es el de Luka Doncic. Comenzó el partido como un auténtico ciclón para dejar 17 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias. Sin embargo, no fue esa versión despampanante y estratosférica que suele dejar en cada partido FIBA. Tras esos brillantes minutos del comienzo, se apagó, también perjudicado por esas cuatro faltas en el tercer cuarto. 

Por su parte, Alberto Díaz demostró galones en su regreso al Martín Carpena. Contribuyó a la victoria con 7 puntos, 3 rebotes y 6 asistencias, y sirvió como respuesta más que evidente a ese debate generado en torno a los bases que deben ir a la cita de Japón, Filipinas e Indonesia. Junto a él, otro que presentó grandes credenciales fue Juan Núñez. El joven del Ratiopharm Ulm ya es un firme candidato a ser director de juego después de desplegar un brillante baloncesto.

Un amistoso con apariencia de final

¿Quién diría que fue un simple amistoso? Más que un partido de preparación, empezó siendo un concurso de triples dirigido por el 'maestro' Luka Doncic y ejecutado por el resto de sus infalibles compañeros. Una detrás de otra y España, mientras tanto, intentando averiguar cómo acabar con la sangría que llevó al 14-25 en solo 7 minutos. Sin embargo, se sentó el líder esloveno, dominó la segunda unidad de Scariolo y comenzó un partido radicalmente diferente (26-27).

Con el pulso del encuentro tomado a nivel de sensaciones, las preocupaciones fueron ya otras y ahí, en un perfecto ejercicio táctico, dominó la defensa. Ya no hubo espectáculo tras espectáculo del '77', era un simple mortal superado por un joven y brillante Juan Núñez. Tuvo que pasar un cuarto entero para ver a España por delante (28-27), pero fue el momento del despegue... ¿definitivo? Desde entonces, trabajó la selección en cada centímetro de la pista, como si fuera la final de un campeonato, para trazar el camino hacia la victoria (51-41).

A partir del descanso sí que se pareció mucho más en ritmo a un amistoso. Los dos equipos tiraron del freno y jugaron a otro baloncesto mucho menos ágil y vistoso. Tal fue el nivel que el parcial en esos primeros cinco minutos fue de 6-8 (57-49)... y hasta ahí. Dos gestos muy poco deportivos de Eslovenia le quitaron el nombre de amistoso al partido. Regresó la competitividad, gobernó la dupla Willy-Aldama y España salió ganando en un cuerpo a cuerpo que poca emoción tuvo (72-61). 

Menos aún el cuarto cuarto. Los últimos 15 minutos fueron un ejercicio digno de exposición para saber qué les espera a los rivales. Que continúen las casas de apuestas colocando a España por debajo del top 5. Este equipo 'asusta' con solo dos amistosos. Luka Doncic se llevó un 99-79... que se prepare Estados Unidos.