Guillermo Arenas, entrenador del Alimerka Oviedo Baloncesto, tras lograr la permanencia en LEB Oro: "Solo eran 9 jugadores, pero han estado todos metidos"

"Pumarín siempre está en los malos momentos, y en los buenos te lleva en volandas", agradece el técnico

Guillermo Arenas, ayer en Pumarín.

Guillermo Arenas, ayer en Pumarín. / JULIÁN RUS / OCB

N. L.

La felicidad era palpable tras el partido en el rostro de Guillermo Arenas, entrenador del Alimerka Oviedo Baloncesto. Aceptó el reto de salvar al equipo que había ascendido a LEB Oro diez años atrás y la jugada salió bien. "Teníamos nueve jugadores solo y los nueve han estado metidos. No esperábamos llegar al final con esa diferencia y estamos muy contentos de que no tener que esperar a la última jornada y de haber conseguido el objetivo delante del público. Poco más se puede pedir", señaló el técnico.

Arenas reconoció que el comienzo de partido no fue precisamente el deseado: "Ellos anotaban cómodo, leyendo bien las situaciones, pero hemos evolucionado a lo que queríamos. Hemos subido el ritmo defensivo, los cambios han funcionado y hemos hecho lo que llevábamos planteando desde hace quince días. Hemos conseguido que los errores en ataque no nos penalizaran en defensa".

Para el entrenador del OCB, el papel del público fue fundamental en librar la categoría. "Lo hemos visto cuando se ha quedado todo el mundo para el homenaje a Oli, muy merecido. La diferencia con otros públicos es que en los malos momentos siempre están y en los buenos te llevan en volandas. Cuando nos metían canastas tras rebote en ataque después de una buena defensa, o porque sufríamos en los cambios, siempre nos han animado en la siguiente jugada. Yo creo que por eso ha habido más acierto", apuntó el técnico ovetense, que subrayó la dificultad de haber salido adelante sin Arteaga, "un referente como jugador y como persona, ayudaba a todos a enfocar y tener la cabeza fría".

Arenas se sinceró tras el partido: "Este año con este grupo aprendí que si pensábamos mucho, ese exceso de presión, nos iba mal. Lo aprendí después del partido del Melilla. Yo nunca dejé de creer".

El entrenador del Castelló, Juan Antonio Orenga, elogió al OCB: "Ha jugado muy bien, ha tenido un nivel de intensidad muy alto y una lectura de ventajas muy clara".

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