Un guerrero Alimerka Oviedo Baloncesto lucha en un duro partido hasta dejar en la lona al Fuenlabrada (81-60)

El equipo de Javi Rodríguez acaba con su racha de tres derrotas seguidas con una gran victoria ante el recién descendido equipo madrileño

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Alimerka Oviedo, 81-Fuenlabrada, 60

Alimerka Oviedo, 81-Fuenlabrada, 60

Cuartos: 15-14; 21-17; 22-9; 23-20

Árbitros: Pol Franquesa, Nicolás Lezcano y José María Arresa. Exclueron por 5 faltas a los visitantes Mateo Díaz, Jorge Bilbao y Tomás Bellas.

Pumarín: Unos 1.300 espectadores.

El Alimerka Oviedo Baloncesto ganó al Fuenlabrada en Pumarín y rompió así su racha de tres derrotas seguidas en un partido duro, espeso, en el que ganó el que más aguantó y antes encontró la confianza y, por lo tanto, el acierto. Los dos llegaban mal, pero la situación del Fuenlabrada, un histórico, recién descendido de la ACB y candidato a regresar a ella, es bastante peor –y se notó– que la de un OCB que, tras un gran inicio de temporada, parecía haberse perdido en el camino.

Para ganar este partido, el OCB hizo un alarde de paciencia, trabajo y energía que le permitió sacar del partido a su rival en el tercer cuarto. El equipo de Javi Rodríguez dio un paso adelante en defensa y lo hizo en un momento importante, puesto que el martes (20.45) vuelve a jugar en casa y lo hace ante un rival directo por la permanencia como el Clavijo. Dio la sensación de que al OCB le vino bien el buen final que hizo en el partido anterior –la derrota (88-77) ante el Leyma Coruña– para entender que solo poniendo un nivel físico con el que sus rivales se sientan incómodos podrá competir con ellos. Lo hicieron en la segunda parte de ese partido y así continuaron desde el primer minuto ante el Fuenlabrada.

El inicio del partido fue plomizo, con muchas interrupciones por faltas, lo que lo alargó muchísimo. Una vez más, Marc Martí, el capitán del OCB, tiró del carro de su equipo cuando no encontraba vías de anotación, sumando puntos y faltas personales del rival. La igualdad reinó en el primer parcial (15-14) y en el segundo, el Alimerka Oviedo ya cogió la iniciativa en el marcador, con un Fuenlabrada en horas bajas comandado por un Mateo Díaz que hizo un esfuerzo descomunal. Como el de Raúl Lobaco para defender a Aranitovic, su máximo anotador, al que fue capaz de frenar. Aun así, al OCB le estaba faltando algo para terminar de romper un partido en el que siempre dio la sensación que estaba poniendo más cosas para ganar. Aun así, un triple final de Josep Pérez dio cinco puntos de ventaja (36-31) al equipo local al descanso.

Y fue en el tercer cuarto, en el tramo final, cuando por fin el OCB se desató para dejar casi sentenciada la victoria. Tras picar mucha piedra, dos triples de Amarante aportaron ese acierto que le faltaba al equipo para dar el estirón (51-40) a 1.43 de acabar ese tercer parcial. Un triple de Horton tras un rebote ofensivo después de un error en un tiro libre de Rozitis, y una canasta posterior del propio Horton dispararon la ventaja hasta los 18 puntos (58-40) cuando ya solo quedaban diez minutos de juego.

El último cuarto fue más que nada un intento desesperado del Fuenlabrada por meterse de nuevo en el partido ante un OCB ansioso porque terminara. Llegaron algunas decisiones incomprensibles de los colegiados, que fueron más protagonistas de lo necesario, y la victoria se quedó en Oviedo. La peor noticia fue la lesión de Dan Duscak, al que se le están haciendo pruebas tras un golpe en un dedo que le dejó sin jugar la segunda parte, y las molestias con las que acabó Horton tras recibir una falta personal demasiado dura. Un triunfo que, en cualquier caso, da alas al equipo de Oviedo, que recupera confianza y vuelve a encontrar el buen camino gracias a la defensa.

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