Crónica de la segunda victoria seguida del OCB (80-59): El Alimerka Oviedo se pone serio

El Alimerka Oviedo logró una victoria clara ante el Clavijo despachando un partido muy serio, en el que supo poner desde el principio la intensidad defensiva necesaria para sacar a su rival de la pista y para dar por finiquitado el encuentro en un gran inicio del tercer cuarto. Lo que sucedió a partir de ahí fue prescindible y dejó otra mala noticia para los locales en forma de lesión. Si en la victoria (81-60) del sábado pasado ante Fuenlabrada Dan Duscak se rompió el cuarto metacarpiano de su mano derecha y estará al menos mes y medio de baja, en este ante el Clavijo fue Francisco Amarante el que se retiró con grandes gestos de dolor en un pie y se está a la espera de que se le hagan pruebas para conocer el alcance de una lesión que, dijo el entrenador Javi Rodríguez después del partido, "no pinta bien".

Lo mejor del conjunto azul fue la sensación de equipo que dio, la sensación de que muchos jugadores son intercambiables sin que se note en el rendimiento. Una plantilla a la que además se nota feliz de estar donde está y con quien está. El triunfo ante el Clavijo, el segundo consecutivo, deja al OCB con cinco victorias y cinco derrotas, en la zona templada de la clasificación y ya con una parte interesante del camino hacia la permanencia recorrido. Porque ese, el de mantenerse en la LEB Oro, es el camino que hay recorrer en una liga tan exigente como esta.

El OCB comenzó el partido como necesitaba, con una buena actitud defensiva y con esa energía que tanto necesita este equipo. A todo eso se sumó el paso adelante que dio el juego interior: con un Elisias que volvió a ser el del comienzo de la temporada, con Rozitis aportando cada vez más cosas y Martí dando clases magistrales bajo el aro. Que gran temporada la que está haciendo el nuevo capitán del Oviedo Baloncesto y que importante es para el equipo. Fue en esa superioridad interior, en el dominio del rebote, y en las ayudas defensivas de gente como Lobaco, de nuevo excelso, en lo que cimentó el equipo local su victoria.

Una canasta de Martí, un dos más uno de Elisias y un triple de Horton comenzaron a desequilibrar el encuentro (15-8) cuando solo se había disputado medio cuarto. A partir de ahí llegó la confianza y los minutos en los que, con más fluidez anotó el OCB, ayudado en un buen trabajo en el rebote. El primer parcial acabó con una renta para los locales de 14 puntos (29-15) y con la sensación de que, por fin, podía ser una noche tranquila para el respetable del polideportivo de Pumarín.

Pero le costó a Oviedo terminar de romper el partido en el segundo parcial, con un Clavijo –con el ovetense Jenaro Díaz de entrenador– que trató de que sus jugadores presionaran muy arriba al equipo local. Pero el OCB, con mas problemas en ataque, supo mantener el tono en defensa e irse a vestuarios con una buena renta (46-33).

Pero lo mejor fue cómo salió el OCB de vestuarios, decidido a llevarse un partido de una importancia enorme. En cuatro minuto, en los que Clavijo solo anotó dos puntos, el equipo de Javi Rodríguez llevó la ventaja a los 24 puntos (59-35) y llegó a elevarla hasta los 25 (66-41) tras una canasta de Rozitis, al que se vio mucho más activo. Lo que sucedió a partir de ahí careció de emoción y, especialmente el último cuarto, de brillantes. El OCB estuvo muy fallón en ese tramo final, pero mantuvo su buen nivel defensivo hasta el último momento. Un nivel que deja claro que este Alimerka Oviedo de esta temporada es un equipo muy serio.

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