Cuesta lo tiene claro: "La salvación pasa por Miramar"

El delantero del Marino, autor del primer gol del derbi, lamenta no haberse ido con los tres puntos

MIguel Cuesta mira a la gada del Suárez Puerta tras el derbi. | M. V.

MIguel Cuesta mira a la gada del Suárez Puerta tras el derbi. | M. V. / Noé Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

El partido del domingo no fue uno más para Miguel Cuesta. El delantero del Marino fue el autor del primer tanto del encuentro, el que momentáneamente puso a su equipo por delante en el marcador. La rabia con la que celebró el gol, dirigiéndose a su afición y besándose el escudo, fue muestra de lo importante que era la diana tanto para él como para la entidad marinista. Por desgracia para sus intereses, Natalio igualó la contienda desde el punto de penalti. Los gozoniegos, eso sí, siguen convencidos de que la salvación está al alcance de su mano. "Estoy contento, muy contento. Fue un gol que sabe un poco mejor que el resto por el escenario y la rivalidad", reconoce Miguel Cuesta, ariete del Marino, tras el entrenamiento regenerativo de ayer.

El luanquín, que aterrizó esta temporada en Miramar, rápidamente se ha convertido en una de las referencias ofensivas del equipo. "Tuvimos ocasiones para llevarnos el derbi. Hubo una jugada con dos remates que salvó Álvaro Fernández, más el posible penalti a Borja. No me fui con un gran sabor de boca por eso, me supo a poco porque nos podíamos haber llevado los tres puntos", lamenta el delantero, que califica el derbi como "un partido especial", lo que hace que ver puerta "siempre sepa un poco mejor que contra otro rival".

Una de las cosas que más llamó la atención a Cuesta en el derbi ante el Avilés fue la gran presencia de aficionados marinistas en las gradas del Suárez Puerta. "Cuando levanté la mirada para celebrar el gol flipé. No me esperaba ver a tanta gente del Marino en el público. Los busqué para celebrar con ellos y cuando los vi no me lo creía, me parecía imposible", explica el delantero, que cree que por ese apoyo pasa gran parte de las opciones de permanencia. "A nosotros nos da un plus. Ver que, tanto en casa como fuera, están con nosotros, dejándose la garganta, es clave para tratar de amarrar la permanencia", apunta.

¿Conseguirá el Marino la salvación? Cuesta no duda a la hora de responder. "Sí, claramente sí", afirma. "Nos vamos a quedar este año y muchos más. El Marino es un equipo que se lo merece, por la humildad que tiene como institución y por toda la gente que está dentro del club", añade el futbolista, que destaca el gran ambiente que se vive dentro del vestuario marinista, "uno de los mejores vestuarios que seguramente vaya a vivir en toda mi carrera. Es cierto que hay una gran diferencia de edad entre jugadores, pero no se nota. Somos todos una gran piña, la relación entre todos es excepcional", explica el luanquín.

Este verano, tras dejar de ser sub-23 y salir del Oviedo Vetusta, Cuesta decidió volver a su casa, a Luanco, y no puede estar más contento con su decidió. "Yo soy de aquí y para mí es un orgullo defender la camiseta del Marino. La cercanía que tengo con la gente es muy especial. Además, me siento importante en el equipo", señala del atacante, que explica el porqué de su orgullo: "Los domingos miro a la grada y veo a la gente que veo a diario en el pueblo, y por ellos vale la pena dejarse hasta la última gota de sudor". En verano tuvo varias opciones sobre la mesa, pero ninguna llegó a convencerle. "No me arrepiento de nada, estoy súper contento aquí, ayudando en todo lo que puedo", sentencia.

Ahora confía, en el mes de competición que queda, en lograr la permanencia cuanto antes. "Miramar va a ser clave. Ahora tenemos dos encuentros seguidos en casa y necesitamos el apoyo de nuestra gente para conseguirlo. Ellos nos van a dar el aliento necesario para, cuando las fuerzas no nos den, seguir peleándolo", asegura Cuesta. Por ello, desde el club se han movido y han sacado una nueva promoción, con la que los socios pueden retirar cinco entradas por cinco euros cada una. "Ojalá conseguirlo lo antes posible, para así afrontar el cierre de temporada más tranquilos", comenta el luanquín, que pide un deseo: "Si la salvación llega con un par de golitos míos, muchísimo mejor". Por delante, cuatro partidos en los que se jugarán la vida.

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