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Pablo González

Análisis

Pablo González

En el Molinón es otra cosa

Los números desde la llegada de Pipo Baraja al banquillo están ahí y demuestran que el Sporting en El Molinón es otra cosa: siete victorias en siete partidos, con 19 goles a favor y dos en contra. Esta racha es la que ha devuelto a los rojiblancos a los puestos de privilegio a la espera de que las buenas estadísticas en el feudo gijonés se trasladen a los partidos lejos de Gijón. Y es que fuera de casa pierden buena parte de las cualidades que les han convertido en un temible rival en terreno propio. Si fuera Baraja da con la tecla, las posibilidades de regresar a Primera serán muchas.

Trampa desactivada. El partido de ayer ante la Cultural tenía un sospechoso tufillo a trampa. Con la afición local de fiesta con la de León, con el homenaje a Quini en el primer partido en casa sin El Brujo y con un pleno de victorias en los últimos seis partidos, la matemática del sentimiento hacía pensar que algo podía suceder para amargar la tarde en El Molinón, que registró la segunda mejor entrada de la temporada -más de 25.000 espectadores en Segunda tiene más que mérito. Y a punto estuvo de ocurrir lo peor cuando en los primeros minutos la Cultural tuvo las mejores oportunidades

Baraja, sin experimentos. Llegaba el Sporting cojo en el centro de la defensa por las lesiones y sin Bergantiños en la medular. Baraja, hasta ahora parece que inmune a los ataques de entrenador, hizo lo esperado e introdujo cambios de manual. Tras experiencias no muy lejanas es de agradecer que los experimentos se hagan en casa y con gaseosa de marca blanca.

La Cultural se suma a la fiesta. El Sporting se mostró bastante espeso en varias fases del partido, sobre todo al inicio. Pero la Cultural facilitó la victoria rojiblanca a base de un par de pérdidas vitales en el centro del campo, de falta de pegada en los metros finales y de mantener un estilo de juego que, por momentos complicó a los gijoneses, pero que luego le vino de cine a los locales.

Jony, un puñal. En Málaga, con el equipo de la metrópoli andaluza preparando las maletas para mudarse a Segunda, alguien debe estar dándose de cabezazos contra las paredes del despacho de la secretaría técnica por no haber encontrado sitio a Jony en el equipo. También por no haber valorado más a Santos, aunque es cierto que ayer no tuvo su mejor día. El zurdo de Cangas del Narcea ya es de largo el mejor refuerzo de invierno de la reciente historia del Sporting, se ha convertido en el jugador más desequilibrante del equipo de Baraja y va camino de ser el líder en el campo que tanto se venía reclamando para una plantilla a la que le faltaban referentes de la casa.

¡Qué bien viene perder un derbi! Cuando a comienzos de febrero Mossa rozó la internacionalidad con dos golazos para remontar el tanto inicial de Jony y dar la victoria al Oviedo en el derbi, la sensación era que otro proyecto rojiblanco se iba por el desagüe. Desde la decepción del Tartiere, el Sporting ha encadenado cinco jornadas sin perder, ha sumado trece de quince puntos y no ha encajado goles. Ahora al Sporting le quedan complicados partidos ante Huesca, Rayo o Cádiz que pueden reventar o seguir inflando el globo de la ilusión por el ascenso a Primera por vía directa y no tener que alargar la agonía disputando el play-off. De paso, se dejaría atrás la posibilidad de que se produzca -a nivel futbolístico- una tragedia regional sin precedentes: que Sporting y Oviedo se crucen en la promoción.

La victoria más abultada para el más grande. El Sporting brindó la goleada de la temporada -igualando el 0-4 ante el Nàstic- a Quini en el primer partido en El Molinón desde el fallecimiento de El Brujo. En el homenaje goleador al más grande participaron, como a él le hubiera gustado, gente de la casa como Jony y Pablo Pérez. Además, Nano Mesa vio puerta por primera vez desde su llegada a Gijón.

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