Con los de la moviola dando para delante y para atrás al vídeo en el que Chiellini vacila a Jordi Alba (o al revés) en el sorteo de la tanda de penaltis que mandó para casa a la selección, el pulso de la España futbolística retoma su ritmo normal. Sergio Ramos está de mudanza. París es el destino elegido para que SR4 presuma de músculos, sobre todo después de que el buen papel de Luis Enrique y sus muchachos en la Eurocopa haya acabado con las ganas de utilizar al sevillano como ariete contra el técnico asturiano.
Mientras, en la Asturias del balón los nuevos proyectos de Sporting y Oviedo van tomando fuerza. Los azules han vuelto al trabajo a la espera de que vayan llegando los nuevos hermanitos. En Gijón cada día hay noticias de un nuevo positivo. Se cuenta, se explica y adiós dramas. Igualito, igualito, que en Navidad. Aunque los muchachos deberían hacérselo mirar por mucho de que en Ibiza, Conil y otros destinos veraniegos sea difícil mantener a raya al virus.
Manu García pone fin a su segunda etapa en el Sporting dando la sensación de haber sido como una lata de Coca-Cola: todo gas y burbujas nada más abrirla, simple agua y azúcar una vez que pasa un tiempo en la nevera
Precisamente uno de los protagonistas del covidgate rojiblanco, no hace mucho niño de oro y ahora en busca de su lugar en el mundo, no volverá a pisar Mareo. Manu García pone fin a su segunda etapa en el Sporting dando la sensación de haber sido como una lata de Coca-Cola: todo gas y burbujas nada más abrirla, simple agua y azúcar una vez que pasa un tiempo en la nevera. Y que pase el siguiente.
