Iniciada la semana del derbi, los dos grandes de la madreñina "furgolística" esperan y esperan. En la casa azul lo hacen por la decisión de Competición sobre la sanción a Colombatto, que ya tiene a más de uno solicitando los papeles necesarios para montar su peña. Veremos si el enamoramiento por el argentino es de los fugaces o de los que son para siempre, como el tatuaje de la cruz de San Jorge y la cabeza de los cuatro moros (la bandera de Cerdeña) que el mediocentro luce en su piel. El Oviedo, al contrario que el Gobierno de Sánchez por lo sucedido en el "caso Rubiales", al que le ha salido defensor en la figura de Woody Allen, confía en que Competición deje que Colombatto disfrute de su primer partidazo de Asturias.
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Mientras, a 28 kilómetros, se espera a incorporar de manera efectiva y oficial a su último fichaje, un Roque Mesa que llega para dar calidad y empuje a ese centro del campo que debe generar el fútbol suficiente para que los delanteros con los que cuenta MAR, con #hashtag o sin él y sin el "9" que le habían prometido, tengan la suficiente provisión de balones como para que no pasen hambre. Por lo demás, Sergio Ramos vuelve al Sevilla y al mismo tiempo ya surgen las voces de siempre que piden su regreso a la selección. Otro que espera. Todo muy cansino por mucho que el nene juegue casi casi por el que sus amigos consideran el "salario mínimo", ¿oyisti, güey?