La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: Y de aperitivo, una copita

Se acerca la Navidad y con ella las juntas de accionistas de los clubes. El primero en estrenarse en la madreñina "furgolística" será el Oviedo. La propiedad presentará las cifras y la idea que tiene el club para la construcción de la nueva ciudad deportiva. Ya sabemos que Latores es el lugar elegido. También cuánto costará (si no hay sorpresas en forma de sobrecostes) y quién ejecutará la obra.

Ahora solo falta un pequeño detalle, una bagatela sin importancia: conocer el día y la hora de la entrada de las excavadoras en la finca y, sobre todo, cuándo acabarán. Que una cosa es poner la primera piedra y otra cosa la última. Y ya sabemos cómo se las gastan con los tiempos cuando toca mover un papel las administraciones, aunque en este caso sea una institución con el peso del Oviedo.

Por lo demás, el sorteo de la Copa que más mola lo «ganaron» los que mantuvieron los dedos cruzados y pusieron velas a todo el santoral rogando para que las dichosas bolitas no nos metieran hasta atrás otro derbi. Mientras, a 28 kilómetros, y como contó MAR, más de uno en el club rojiblanco celebró el cruce con el Unionistas por su estrecha vinculación con Salamanca.

Ya saben, amiguinos y amiguinas, que en la ciudad de Unamuno hay un lío entre los dos equipos que nacieron tras la desaparición de la UD Salamanca que recuerda en cierta medida lo que en su momento se vivió en el Oviedín del alma con el ACF y tal y tal. Pero antes de la Copa, Liga y más Liga, que es lo que da de comer. Y con lo de comer no se juega. Lo demás es un ligero aperitivo y poco más, ¿oyisti, güey?

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