Madrid, Agencias

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, respondió ayer a las críticas lanzadas contra el Ejecutivo por el duro ajuste impuesto a las comunidades autónomas. «Controlar el gasto de las administraciones y reducir el déficit es lisa y llanamente una necesidad imperiosa», afirmó, aunque admitiendo que esto puede conllevar una situación «difícil» a corto plazo. Pero aseguró que el Gobierno intentará hacerlo «con la mayor justicia y equidad» posibles. «A nadie le gusta, así que intentamos ser justos, razonables y equitativos», afirmó.

Rajoy, acompañado de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros de Hacienda y Economía, Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, repasó las medidas adoptadas hasta ahora para reducir el déficit, y aseveró que los recortes continuarán en los Presupuestos Generales del Estado, que se aprobarán el próximo día 30. El Gobierno ya adelantó que el techo del gasto será un 4,2% inferior al de 2011, y que se reducen un 12% la disponibilidad económica de los ministerios. «Un presupuesto difícil para tiempos difíciles», aseguró el presidente del Gobierno.

En el transcurso del encuentro con grandes proveedores de la Administración, Rajoy resaltó también la importancia de las reformas acometidas hasta ahora y las que abordará próximamente el Gobierno. Así, se refirió a la reforma laboral, que plantea cambios «en línea» con los países de la UE que mejor han soportado los problemas, afirmó.

El Presidente aseguró que también habrá reformas en Educación, Justicia y de la ley de Costas, además de remarcar que se hará un esfuerzo en investigación y desarrollo (I+D), pondrá en marcha una ley de apoyo al emprendedor y favorecerá la unidad de mercado. También se reformará la ley de mutuas y se adoptarán medidas para abordar el déficit de la tarifa eléctrica con decisiones en las que «todos participen», ya que, añadió, este déficit supera los 20.000 millones de euros y el precio de la energía afecta «de manera muy seria» a la competitividad española. Pero no aclaró más.

Rajoy también se refirió a la reforma del sistema financiero, que calificó de «capital» para el país, en el que habrá menos entidades pero más «fuertes y solventes», que no generen dudas y que den créditos.