El sindicato USO en Asturias ha quedado en manos de una gestora formada por siete miembros: cinco en representación de cada una de las federaciones sectoriales y dos de la dirección nacional. La nueva gestora salva temporalmente el vacío de poder que se produjo tras la dimisión en bloque de la ejecutiva.

Durante el consejo regional de USO celebrado el pasado 10 de febrero, el hasta entonces secretario general José Luis Llera y el resto de miembros de la dirección anunciaron sus renuncia a los cargos al no obtener apoyo para llevar a cabo un plan de saneamiento económico. USO tiene "graves" problemas económicos que se arrastran de etapas anteriores y que se han agudizado con la crisis económica y los recortes de subvenciones. La ejecutiva presentó un plan de ajustes para tratar de garantizar la supervivencia del sindicato y una parte del consejo -principalmente la federación de Industria que es la que tiene la mayoría de afiliados dentro de la central en Asturias- demandó una mayor concreción de las cuentas, una reclamación que fue interpretada por la ejecutiva como una falta de apoyo, por lo que presentó su dimisión alegado que en estos momentos "delicados" el sindicato necesita tomar las decisiones por unanimidad.