El Producto Interior Bruto (PIB) de China experimentó durante el segundo trimestre del año un crecimiento del 6,7% con respecto al mismo periodo de 2015, mientras que en comparación con los tres primeros meses del año el gigante asiático creció un 1,8%. El alza se produce después de las vastas medidas de estímulo aprobadas a principios de año, entre ellas inyecciones de liquidez del Banco Central, además de rebajas de impuestos.