ArcelorMittal iniciará esta mañana las primeras maniobras para el arranque de la segunda fase de las baterías de coque de Gijón, una instalación clave para alimentar a los dos hornos altos que la multinacional tiene en Veriña. La previsión es que mañana estén ya a pleno pulmón.

A primera hora de la mañana se inició la primera carga de uno de los 45 hornos que forman parte de esta instalación, para ir cargando el resto a lo largo de la jornada. El primer deshornado, la primar producción, se realizará mañana. La multinacional le comunicó a última hora de la noche de ayer al Principado su intención de arrancar esta instalación.

Hace justo un año que entró en funcionamiento la primera fase de estas baterías, que en sus primeros meses de actividad sufrió múltiples problemas y aún arrastra muchos de ellos.

La siderurgia asturiana recupera de esta forma su carácter integral después del cierre de las baterías de Avilés en octubre de 2019 y Gijón concentra toda la actividad de cabecera (baterías, sínter y hornos altos donde se produce el arrabio que alimenta las acerías) y su empleo. Pero además, el arranque de las baterías tiene otros efectos no menores: se reduce la dependencia exterior de la siderurgia asturiana (el coque dejará de traerse en su totalidad de Polonia), se rebajan las emisiones contaminantes con respecto a las viejas baterías de la región, se reduce el trasiego de combustible al situarse las baterías a pie de horno alto y se incrementan las posibilidades de aprovechamientos de los gases excedentes para reducir la factura eléctrica de los talleres y avanzar en la descarbonización.