Bayer, con planta en Lada, sufre la mayor caída en Bolsa de su historia

El desplome se produjo por el fracaso de un fármaco y un fallo judicial en contra | La compañía sopesa el plan para desprenderse de alguno de sus negocios

Planta de Bayer en Lada (Langreo). |

Planta de Bayer en Lada (Langreo). | / David Orihuela

La compañía agroquímica alemana Bayer, con una factoría en Lada (Langreo), vivió ayer una jornada negra, en la que sufrió la mayor caída bursátil de su historia en una sesión, con un derrumbe de su cotización del 17,72%, que le ha supuesto una pérdida de valor de 7.000 millones, y ello aun después de haber atenuado parcialmente el desplome, que llegó a ser en las primeras horas del 21,25%.

El castigo bursátil a la multinacional farmacéutica se produjo después de que trascendiera una sentencia en Misuri (EE UU) que impone a Bayer el pago de 1.560 millones por los daños ocasionados por el herbicida Roundup y una vez que la compañía de Leverkusen anunció la suspensión del ensayo avanzado del anticoagulante Asundexian para reducir el riesgo de accidentes cerebro-vasculares, con el que esperaba unas ventas anuales de 5.000 millones de euros.

Estas adversidades se suman a los resultados negativos que reportó la compañía el pasado día 8, con unas pérdidas de 4.278 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio frente a los beneficios de 3.539 millones que obtuvo en el mismo periodo del año anterior. Y aunque en el tercer trimestre ganó 1.690 millones de euros, la cifra se quedó el 31% por debajo del mismo trimestre de 2022.

Esta concatenación de adversidades reabre la expectativa de que la multinacional pudiera acometer la división de sus negocios, con la desinversión en alguno de ellos, como demandan desde 2019 algunos de sus accionistas de perfil agresivo. La división farmacéutica a la que pertenece la planta de Lada es una de las candidatas.

El nuevo consejero delegado de Bayer, Bill Anderson, que se incorporó de modo pleno en junio tras la presión de los fondos activistas para relevar a su antecesor, admitió este mes que está evaluando la opción de prescindir bien de su negocio de medicamentos sin recetas (al que pertenece Lada) o bien del área agrícola. "Estamos rediseñando Bayer para centrarnos solo en lo esencial y deshacernos de todo lo demás", dijo Anderson tras la presentación de resultados. "Cerca de 50.000 millones de euros en ingresos, pero un flujo de caja nulo simplemente no es aceptable".

La compañía está aplicando un expediente de regulación de empleo con rescisiones de contratos, que en Asturias ha afectado a 13 trabajadores.

Los males de Bayer proceden de la controvertida compra en 2018 de la multinacional agroquímica estadounidense Monsanto, cuyos herbicidas con glifosato como uno de sus componentes están causando demandas millonarias a la multinacional alemana. En 2020, la compañía pagó 10.900 millones de dólares para resolver la mayoría de las demandas, pero siguen tramitándose denuncias. La condena a pagar 1.560 millones será recurrida por Bayer, que afronta otras demandas en Filadelfia y California.

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