Asturias ya depende de otras regiones para su abastecimiento eléctrico, por el lento desarrollo de las renovables

La producción de electricidad del Principado volvió en febrero a ser menor que la demanda al no contar con plantas que sean competitivas

La producción eléctrica se desploma en Asturias por el bajo peso en renovables

La producción eléctrica se desploma en Asturias por el bajo peso en renovables / Ángel González

Pablo Castaño

Pablo Castaño

El lento desarrollo de plantas de producción de energía renovable que compense el abandono de los combustibles fósiles está provocando que Asturias esté dependiendo, ya con asiduidad, de otras regiones para su abastecimiento de electricidad y ello a pesar de que su gran industria requiere de un suministro fiable y de calidad. En febrero, último mes del que se tienen datos regionales, Asturias consumió más energía eléctrica de la que produjo. Es la segunda vez que ocurre desde que hay registros mensuales –la primera vez fue en abril de 2023–, y todo indica que esa situación se seguirá repitiendo.

Los cierres en 2021 de las centrales térmicas de carbón de Lada y Narcea –a los que se suman la parada desde hace más de un año de La Pereda y el muy esporádico funcionamiento de Soto de Ribera a la espera de su clausura definitiva– no se han acompasado de un despliegue equivalente de renovables. Según datos de Red Eléctrica de España, Asturias es una de las pocas regiones en las que la potencia instalada "no ha experimentado variaciones significativas" el pasado año. Se mantiene en 3.822 megavatios (MW), de los que el 41,7% pertenecen a tecnologías renovables. Las últimas instalaciones puestas en marcha en la región fueron de energía eólica y en la actualidad hay más de 50 parques en tramitación, pero ninguno en obras. Una parte de ellos están bloqueados. El pasado viernes, la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) denegó el proyecto del parque Luire, en los concejos de Allande y Tineo, por afectar a zonas oseras, y dejó en suspenso otros seis también en el Occidente de la región.

En su Planificación de la Red de Transporte de Electricidad 2021-2026, el Ministerio para la Transición Ecológica ya preveía para finales de ese periodo un cambio en los tradicionales flujos de transporte de energía. Los nuevos flujos dominantes irían desde las grandes cuencas de renovables hacia las zonas de concentración de consumo debido a la expansión de la energía fotovoltaica y eólica. En el mapa de previsiones, las flechas de flujo de energía de Asturias dejaban de ser de salida y pasaban a ser de entrada. La región dejaría de ser un potencia exportadora y pasaría a ser importadora de electricidad.

La predicción para 2026 ya es una realidad en algunos meses. En abril del pasado año, por primera vez la producción de Asturias fue inferior al consumo y ha vuelto a suceder en febrero de esta año, ultimo mes del que hay datos regionales. La generación fue de 668,5 gigavatios hora (GWh) y el consumo de 691,6 GWh, según los datos que recopila la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) a partir de los datos que suministran las empresas distribuidoras de energía. Asturias no fue autosuficiente y registró un balance negativo de 23,1 gigavatios hora y dependió de la generación de electricidad de otras regiones.

En febrero, la generación renovable estableció en España una nueva marca mensual al acumular el 61,7% del total de electricidad producida en España. Los principales responsables fueron la eólica, con el 32,2% del mix, y la hidráulica, con el 15,4%, pero la solar fotovoltaica también desempeñó un papel importante, con el 11,6% del mix, pese a ser invierno. Con esa aportación renovable y el colchón nuclear, el denominado hueco térmico (los ciclos combinados de gas y las térmicas de carbón) apenas aportó el 8,1%. En ese escenario, buena parte de la potencia instalada es Asturias, aún dependiente de combustibles fósiles, no entró en operación y una parte del consumo energético de Asturias se cubrió, gracias a las interconexiones, con generación renovable producida en el otras regiones en las que sí se ha registrado un despliegue rápido de estas tecnologías verdes. El escenario de febrero es similar al que se está dando en el presente mes de abril.

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