M. SUÁREZ

No estará cubierto por una cortina de vidrio, pero es el primer fruto del plan especial para la rehabilitación de la fachada marítima de San Lorenzo. El número 20 de la calle Ezcurdia se reinaugurará esta tarde, después de tres meses de reforma costeada a partes iguales por la comunidad de propietarios y el Ayuntamiento de Gijón.

Las obras se iniciaron el pasado 2 de octubre. Los operarios de Esfer, la empresa rehabilitadora, dieron por finalizados los trabajos durante la primera semana de 2007. Aunque el plan especial está asociado a un tratamiento de las fachadas a base de vidrio, lo cierto es que muchos de los edificios del Muro no llevarán este tratamiento. Es el caso del número 20 de calle Ezcurdia, cuya reforma ha estado condicionada por el hecho de que este inmueble está catalogado -sujeto a protección urbanística- y, por tanto, no se puede alterar su aspecto exterior.

Además de limpiar su fachada en seco, la empresa contratada por la comunidad de propietarios trató todos los elementos de rejería. Los que estaban en buen estado «se llevaron a granallar (eliminar óxido y pintura) y se sometieron a un proceso de metalización (para protegerlos de la corrosión)», explica Gonzalo Tarodo, directivo de la firma rehabilitadora. Las barandillas de los balcones, sin embargo, presentaban tal deterioro que «tuvimos que hacerlas nuevas, siguiendo el modelo del edificio colindante, que tiene el mismo estilo y estructura que éste».

El proyecto de reforma incluyó también la renovación de los tejadillos de la cuarta planta, la restauración de la madera de las galerías, pintura y un tratamiento especial para consolidar e impermeabilizar la piedra. Este lavado de cara ha supuesto una inversión de 98.858 euros. La mitad corre a cargo del Ayuntamiento, que pagará la subvención a la comunidad en tres anualidades para evitarle cargas fiscales.