M. SUÁREZ / R. GARCÍA

O se hace en Poniente o no se hace. Ésas son, según el concejal Jesús Montes Estrada, «Churruca», las dos opciones que le quedan al Ayuntamiento para que pueda organizarse la próxima edición de la «Semana negra». Y, ante esa disyuntiva, la Junta de Gobierno ha llegado a la conclusión de que «hay que intentar que no deje de celebrarse». Por eso este año el certamen se celebrará en la zona de Poniente y llegará incluso a ocupar un 18 por ciento del arenal de la playa. Así se lo expuso ayer el concejal de Festejos, José Manuel Sariego, a la directiva de la Asociación de Vecinos «Pando», los afectados por la decisión. Los vecinos se reunieron ayer con los responsables municipales, que les expusieron el proyecto y les invitaron a participar en las distintas comisiones que van a ponerse en marcha, como la encargada del saneamiento de la zona, un asunto delicado, según los vecinos, por la utilización que se pretende hacer del arenal. De hecho, Montes Estrada asegura que están en conversaciones con las autoridades portuarias para este extremo.

El Consistorio les prometió un escrito en el que se recoge el compromiso del Ayuntamiento de que sólo celebrará allí la «Semana negra» este año y que para los sucesivos buscará un nuevo emplazamiento. Aunque la decisión ya está tomada, los vecinos ahora pueden dar un paso. El lunes, se reunirán para decidir las medidas que tomarán a cabo. Toda la «Semana negra» estará instalada en su barrio, desde la torre de salvamento que servirá de entrada al certamen. En el comienzo se situará el mercadillo, que dará paso a la zona cultural, donde estarán situadas las librerías. En la explanada que se encuentra entre el primer edificio barco y el Acuario se situarán las atracciones feriales. Finalmente, en el arenal cercano al espigón estarán situados los bares y restaurantes.

Debido a la escasez de espacio, el número de establecimientos ha sido reducido a la mitad. Sobre este particular también habló Montes Estrada. Los espacios disponibles «no serán los mismos de anteriores ediciones», constató, pero «por muchas vueltas que se le dio la Junta de Gobierno no alcanza a ver otro sitio posible». Poniente representa un tercio de la superficie que la «Semana negra» ocupaba en el entorno de El Molinón, de modo que «habrá que hacer algunos reajustes». Es decir, «los cachivaches que no quepan no se podrán poner».

Jesús Montes Estrada defendió «la capital importancia» del festival que dirige Paco Ignacio Taibo II «como foco de atracción y complemento de la ciudad»; importancia que comparó con el ascenso del Sporting a Primera División. Aun así, el máximo portavoz de IU considera que la «Semana negra» deberá reajustar este año algo más que su tamaño. «Está clarísimo que hay que buscar un punto de equilibrio en temas de ruidos, cierre, seguridad, tráfico... O en la limpieza de la playa, por ejemplo, que este año tendrá que garantizarse de forma extraordinaria», señaló.

Todo para garantizar «una "Semana negra" digna», sin poner en pie de guerra a los vecinos. «Esperemos que no tengan una actitud beligerante», deseó el líder de IU, que forma tándem con los socialistas en el gobierno. «Al día siguiente de que termine la "Semana negra", nos pondremos a buscar un espacio lo menos molesto posible, que no sea el monte Deva, porque entonces nos meteríamos en el problema del transporte», garantizó.