Arqueóloga

Decidió que lo suyo era la arqueología durante un viaje de estudios a Mérida. Por eso, Cristina García-Sampedro se licenció en la especialidad de Historia. Su etapa de universitaria la pasó entre el laboratorio arqueológico de la Facultad y diversas excavaciones a las que acudió como alumna en prácticas. Su estancia en yacimientos como Llonín, El Sidrón o Atapuerca, le sirvió para fundar su primer gabinete especializado. Un año después, participó como cooperante en un proyecto de recuperación del casco antiguo de Panamá. De vuelta a España volvió a formar, junto a dos compañeras, otra agencia arqueológica. Realizó estudios sobre la historia local de la parroquia de Jove o la de Valdesoto, en Siero. Hace unos meses creó la agencia Tessellatum, especializada en hacer análisis previos a la edificación o rehabilitación de edificios en zonas de riesgo arqueológico. Hace unos días, le comunicaron que opta al premio extraordinario de doctorado.

-Excavar en el pasado, ¿ayuda a entender el presente?

-A mí siempre me llamó la atención el pasado. De pequeña le preguntaba mucho a mi abuela por cómo vivía cuando era joven. En el viaje de estudios a Mérida me enamoré de la ciudad y me lo planteé en serio. La arqueología, aparte de ser una de las fuentes principales de la Historia, sirve para comprobar si otras fuentes son ciertas o no. La Historia la escriben siempre los ganadores... con la arqueología podemos comprobar si lo que ellos escribieron era o no del todo cierto. Lo importante de la arqueología no son los hallazgos, sino la información que se obtiene de ellos.

-¿Respetan las autoridades esos hallazgos?

-Por ejemplo, en Gijón hay un plan arqueológico que es muy bueno. Incluye todo el concejo y cuida muchísimo todo tipo de yacimientos. En Asturias estos temas se tratan bien.

-¿También las constructoras?

-Ése es otro tema. Cuando tienes una empresa dedicada a estudios arqueológicos, te pagan muchas veces los constructores. Y lo que ellos quieren es que no haya nada, para así poder edificar. Son la mano que te da de comer. No obstante, se respeta en general nuestro trabajo. Además, el servicio de Patrimonio del Principado, que regulan todo esto, funciona muy bien.

-Entonces la crisis del sector inmobiliario, le toca de lleno.

-Yo creo que las empresas fuertes se van a mantener. Supongo que las pequeñas lo pasarán mal. Si llega un momento en el que la construcción cae en picado por la crisis, nos afectará. Pero los arqueólogos hacemos muchas más cosas.

-Pronuncia sin tapujos la palabra crisis. No todos lo hacen.

-Todo el mundo habla de crisis, pero luego sales a cenar o a comer y está todo lleno. Yo creo que la gente sigue consumiendo. Que ha subido todo es evidente, pero que seguimos gastando, también.

-Cinco cuevas del Paleolítico asturiano son desde hace tres días Patrimonio de la Humanidad. ¿Otro reclamo turístico?

-A nivel turístico es un gran reclamo para la región. Además, esto supone un prestigio internacional. Es un patrimonio de todos los españoles y de todo el mundo. Además, no sólo es un reconocimiento a nivel popular, sino a nivel científico, para toda la gente que investiga en este tipo de cuevas y realiza un gran trabajo.

-Y usurpar restos arqueológicos submarinos, como hizo la empresa Odissey, ¿le parece un buen trabajo?

-No me parece ético de ninguna manera. Eso es patrimonio nacional y debe ser aprovechado por todo el mundo. Es como si yo realizo una excavación en cualquier yacimiento y me quedo con lo que encuentro. La arqueología no es sólo recuperar objetos, es un estudio de esos objetos para tener información del pasado.

-Para información, la obtenida en Atapuerca. Es un saco sin fondo.

-Cada científico tiene su propia tabla de la evolución del hombre. Lo increíble de Atapuerca, aparte de la gran potencia del yacimiento, es que se han encontrado varias especies que rompen las teorías fundamentales de la evolución humana. Además, tanto los restos humanos como los líticos son importantísimos. Estamos hablando de uno de los grandes referentes a nivel mundial.

-De vuelta al presente. ¿La presión urbanística actual roza lo irracional?

-Es un urbanismo desaforado y poco respetuoso. Sólo hace falta echar un vistazo a los extrarradios de las ciudades españolas. Sólo ves edificios y más edificios. Mi pregunta es: ¿cómo se van a llenar tantas viviendas?

-La solución, ¿es el alquiler?

-Siempre que he vivido fuera de Asturias, lo he hecho de alquiler. Cuando alquilas una casa es como si fuera tuya. Me parece poco factible ponerme a pagar una hipoteca a cuarenta años. La vida la concibo para disfrutarla, no para estar ahogada en facturas. Además, con una hipoteca el piso no es tuyo, es del banco y tú lo pagas durante toda tu vida.

-Otro debate sobre la vida es el de la eutanasia. El Gobierno anuncia cambios legislativos.

-Es un tema muy complicado. Entiendo perfectamente que haya gente que en determinados casos no quiera vivir. Aunque también digo que no sé si yo sería capaz de aplicarla. Es un tema muy personal, complejo y que cada caso debe ser atendido por separado. Éticamente puedo tener una visión concreta, pero no imponerla al resto.

-España se impone como destino turístico cultural.

-En España hay historia de todas las épocas, de muchísimas culturas. La riqueza patrimonial de España es para sentirnos todos muy orgullosos. Es uno de los principales países de Europa y del mundo.

-El «no» de Irlanda al tratado de Lisboa vuelve a parar el proceso de construcción europea. ¿Remedio?

-A lo mejor soy muy inocente, pero creo que con tiempo nos daremos cuenta de la importancia de que Europa esté unida. Quizás de manera ingenua, creo que la unidad política de Europa es posible.

-Los líderes del G-8 debaten sobre el hambre en mitad de un gran banquete. ¿Hipocresía o pragmatismo?

-Los países pobres son los que nos alimentan, los que nos visten... Y se lo estamos quitando de manera muy injusta. Aquí no valoramos lo que tenemos. Así no hay un futuro justo.

-Y la arqueología, ¿tiene futuro una ciencia sobre el pasado?

-Creo que el futuro de la arqueología es conseguir que cada vez sea más respetada y valorada. Cada vez se le da más importancia al patrimonio y a la cultura, a nuestras raíces. El futuro es conseguir que la gente valore más aún todo eso. Que sepa valorar de dónde venimos y cómo fuimos.

Arqueóloga

«Me parece poco factible pagar una hipoteca a cuarenta años; la vida la concibo para disfrutarla»

«Lo que hizo la empresa Odissey no es ético, la arqueología no consiste sólo en recuperar objetos»

-Nació el 30 de abril de 1977.

-Estudió en el CP Clarín y en el IES El Piles.

-Se licenció en la especialidad de Historia en la Facultad de Geografía e Historia de Oviedo.

-Durante su etapa de universitaria trabajó en excavaciones como Llonín y El Sidrón (Asturias), Atapuerca (Burgos) y en otras de Mallorca y Portugal.

-Realizó un proyecto de investigación sobre un libro del siglo XV del archivo de la Catedral de Oviedo.

-Formó una segunda agencia especializada en estudios arqueológicos.

-Realiza trabajos sobre la historia de varias parroquias asturianas, entre ellas Jove.

-En 2002 participó en Panamá en un proyecto de conservación de la zona colonial de la ciudad.

-Realiza una tesis sobre el poblamiento del concejo de Oviedo entre la Prehistoria y la Edad Media.

-Funda Tessellatum con otra compañera. Trabaja en el servicio de información turística de Gijón.

-Es candidata al premio extraordinario de doctorado.

«Quizás de manera ingenua, creo que la unidad política de Europa es algo posible»