A. R.

Creyó que le hacía un favor a una vecina en apuros y resultó que sólo era una oportunista que se beneficiaba de la buena voluntad de algunas personas para estafar 70 euros. Ése fue el dinero que entregó una vecina de Viesques a una joven que, visiblemente apurada, llamó el sábado al telefonillo de su vivienda. Mostrando cierta consternación y con un discurso convincente -según dice la afectada, que ya ha puesto el caso en conocimiento de la Policía-, le explicó que era la nueva inquilina del tercero y que, por un despiste, se había quedado en la calle sin llaves y sin poder entrar en su casa. Su marido, según la ficción ideada por la timadora, era un trabajador de Aceralia que estaba en ese momento trabajando y que no llegaría a casa hasta las diez y media de la noche.

A medida que la infortunada timada iba perdiendo la desconfianza, la supuesta vecina le relató que había llamado a un cerrajero, pero que ni siquiera tenía dinero en casa para pagarle. Tampoco podía recurrir a ningún familiar en Gijón porque era vecina de Valencia de Don Juan, sin conocidos en la ciudad. Ante el apuro de la supuesta vecina y convencida de la historia que le estaba contando, la víctima no tuvo reparos en dejarse acompañar hasta un cajero automático, del que extrajo 70 euros para, supuestamente, pagar al cerrajero. «En cuanto llegue mi marido, bajo a darte el dinero», prometió la timadora. Ni esa noche, ni al día siguiente pasó nadie para reembolsar los euros. Y menos la vecina del tercero, que ni siquiera se parecía a la chica a la que ayudó. Según supo después la víctima, la timadora, una joven morena, de media melena, 1,50 de estatura, delgada y de gafas, viene repitiendo con cierta asiduidad por diversos barrios el citado timo.

Una joven se hace pasar por inquilina nueva de un piso que se ha quedado en la calle sin llaves y sin dinero para pagar al cerrajero.

Clave: Con buen discurso y buenos modos se va ganando la confianza de la víctima, hasta que logra pequeñas cantidades de dinero.

Casos: Al menos lleva practicados dos timos, uno en Viesques y otro en el centro.