Las playas del Inglés y Maspalomas, los principales arenales del sur de Gran Canaria y uno de sus mayores reclamos turísticos, contarán con chiringuitos fabricados por la firma gijonesa Olprim, que ha presentado el diseño técnicamente mejor valorado y la mejor oferta económica en el concurso convocado por el Consorcio de Rehabilitación Turística Maspalomas Costa Canaria. La adjudicación a la firma gijonesa, que formalmente aún no ha sido realizada, se da por hecha.

Olprim es una empresa especializada en el diseño de mobiliario urbano, equipamiento de playa, contenedores y quioscos, perteneciente al grupo Olmar y con instalaciones en el polígono industrial de Somonte. La empresa nació a finales del año pasado, fruto de la unión del grupo Olmar y Emilio Ruiz Cuevas, exdirector general de Primur y accionista de esa empresa hasta el año pasado.

Se da la circunstancia de que la firma también gijonesa, con sede en el polígono de los Campones, Proyectos de Instalación y Material Urbano (Primur), perteneciente a Corporación Once compitió por suministrar los 10 chiringuitos de ambas playas canarias. La oferta que presentó Primur fue descartada al ser considerada baja temeraria, ya que fijaba en 434.350 euros toda la fabricación de un equipamiento que fue licitado en 595.000 euros.

Olprim ha ofertado ese equipamiento en 536.250 euros, siendo la mejor oferta válida de las 18 empresas que compitieron. El chiringuito ganador es el «Kiosko Canarii», diseñado por José Lorenzo García García. Se pondrán diez de ellos a lo largo de ambas playas canarias, que están unidas sumando 10 kilómetros de arenal.

Los nuevos chiringuitos tendrán un patín en la base para que puedan moverse de una forma sencilla sólo con la ayuda de un vehículo cada vez que sea necesario trasladarlos, sobre todo cuando se producen temporales de mar. Ésa fue una de las características del diseño que, junto al acabado de los módulos, en madera y resina, han jugado a favor de la empresa gijonesa en la resolución del concurso.

De los diez nuevos chiringuitos que se instalarán en ambas playas de Gran Canaria, ocho se dedicarán al servicio de aperitivos y bebidas y los dos restantes se equiparán con taquillas para que los bañistas puedan guardar sus objetos personales. Los quioscos tendrán una superficie de 20 metros cuadrados como máximo y dispondrán de baño químico. La sociedad pública que convocó el concurso había previsto inicialmente que los chiringuitos funcionasen con energía solar, algo que descartaron al temer que las placas solares pudieran ser sustraídas durante las noches.

La adjudicación formal de estos quioscos se realizará previsiblemente a lo largo del mes de agosto y el plazo de entrega de los mismos vencerá antes de que concluya el año.