DDR Vessels XXI, empresa participada por la asturiana Automeres Picatto y la vizcaína Desmantelamiento Industrial y Naval (Dina), invertirá cinco millones de euros en la construcción de la planta de desguace, descontaminación y reciclaje de buques que promueve en el Rincón de Langreo, en El Musel. El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Gijón dio ayer el visto bueno a la propuesta de la empresa, cuyo proyecto tendrá que someterse ahora a información pública y dar otros pasos administrativos antes de poder iniciar las obras.

La propuesta de la empresa ya superó el trámite de competencia, al considerarla ayer el Consejo de Administración de El Musel como la oferta de mayor interés portuario para esa zona. En el trámite de competencia no se presentó ningún proyecto alternativo. La empresa presentará ahora el proyecto definitivo, que se tendrá que someter a información pública y obtener la licencia de obras del Ayuntamiento, además de los permisos de Medio Ambiente, antes de volver a pasar por la Autoridad Portuaria, un proceso que se prolongará previsiblemente de tres a cuatro meses. Las obras durarán otros cinco meses, por lo que las previsiones son que la planta esté operativa dentro de unos nueve meses.

La planta la promueven dos empresas especializadas en el desmantelamiento y reciclaje. Automeres Picatto, propiedad del empresario gijonés y miembro de la ejecutiva de Federación de Araes Industriales de Asturias, Jesús Picatto, es un gran centro de desguace y reciclaje de piezas de camiones ubicado en Meres. Dina es la empresa concesionaria del desguace de barcos en el puerto de Bilbao, donde explota instalaciones que pueden recibir buques de hasta 100 metros de eslora.

La iniciativa de DDR Vessels en El Musel prevé la creación de 7 empleos inicialmente, que llegarían a 20 a medio plazo. Las previsiones de la empresa son desguazar el primer año 6.000 toneladas, 10.000 el segundo año y 15.000 el tercero.

La compañía tiene buenas perspectivas de actividad, debido a la normativa que está preparando la Unión Europea, endureciendo las condiciones y el control de residuos para poder desmantelar barcos civiles, lo que exigirá instalaciones como la que se proyecta en Gijón, con medios de los que actualmente carecen desguaces de otros puertos.

Donde actualmente sí hay una normativa más estricta es para el desmantelamiento de buques militares, algo que sólo puede hacerse en centros autorizados, como será el de Gijón.

Corte en seco

El proyecto prevé usar 190 metros de muelle de atraque en la primera alineación de Ribera, donde se realizarían labores de descontaminación a flote de barcos de hasta 200 metros de eslora. La parte que consumirá mayores recursos en la obra es la construcción de una rampa de varada para trabajo en seco de 30 por 76,88 metros útiles, paralela al cantil de la tercera alineación del muelle de ribera. Los barcos se izarán por esta rampa mediante un cabestrante y con la ayuda de remolcadores. El corte del barco en seco evitará derrames contaminantes. Una superficie exterior de 6.942 metros cuadrados para el cizallado y almacenamiento de acero y la adecuación del tinglado 3 completan el proyecto. La instalación contará con una depuradora de aguas.

El trámite de competencia que ayer superó DDR Vessels se inició en julio del año pasado. Aunque en el plazo de un mes marcado para presentar ofertas alternativas no se presentó ningún proyecto, el Puerto decidió pedir informe a la Consejería de Medio Ambiente sobre el mismo antes de darlo de paso.