El 18 de junio de 1998, el entonces alcalde de Gijón, Vicente Álvarez Areces, al final de su tercer y último mandato en la Alcaldía, asistió a la inauguración del centro comercial San Agustín y señalaba, entonces, que era el "impulso necesario para la recuperación comercial de la zona centro" de la ciudad.

Tras varios años e intentos por convertir el viejo mercado de San Agustín en un moderno centro comercial, por fin se inauguraba un equipamiento que había costado más de mil millones de pesetas, con la previsión de generar unos 150 puestos de trabajo.

Además de las galerías comerciales, en el centro se ubicaron un supermercado Alimerka y las cinco salas de los Cines Centro, cada una de ellas denominada con los nombres de viejos cines de Gijón que entonces ya eran historia: Avenida, Goya, Roma, Robledo y (María) Cristina, respectivamente.

El nuevo centro comercial se inauguró, no obstante, sin que las obras de rehabilitación de las calles que lo rodeaban estuvieran ultimadas. De hecho, la empresa adjudicataria quebró y durante meses los comerciantes de la zona tuvieron que soportar zanjas, polvo y barro, hasta el punto de que muchos de ellos formaron una asociación para exigir al Ayuntamiento que, de una vez, se terminaran las obras.

Pero el 18 de junio de 1998, el acto inaugural concluyó con un recorrido por las instalaciones del nuevo centro comercial, en el que la principal atención se centró en las salas de cine, que, en conjunto, abrieron con un total de 1.700 butacas, al día siguiente, 19 de junio, lo mismo que el centro San Agustín.