Hace más de diez años nacía Adymo (Asociacón de Diseño y Moda de Asturias), una entidad dedicada a la visibilidad y el reconocimiento del diseño asturiano y en consecuencia a su comercialización. Al frente de ella se encentra Teresa Laso López-Negrete, una mujer con una amplia experiencia y formación, conocedora de la creciente importancia que el mundo de la moda tiene en sectores tan sustanciales como la creación de empleo, la economía y sobre todo la creatividad. Fácil comunicadora, podría estar horas y horas hablando de las trascendentes implicaciones sociales que conlleva la moda, de sus gentes, como ella dice, "una tribu querida llena de horizontes, ilusiones y sensibilidad".

-Dígame, ¿usted quién es?

-Nací en Palencia (1957), mediana de tres hermanos. Creo que soy normal, sociable, positiva y alegre. Trabajadora, me gustan las cosas bien hechas y la gente honrada. Pienso que hay que aprovechar la vida y las oportunidades que ofrece. Me interesan los valores auténticos, como la amistad, la lealtad, la honestidad? Estoy soltera, y diría que disfruto de un espíritu libre.

-¿De pequeña tenía una muñeca recortable?

-Sí, tuve muchas, me encantaban. Ahora han vuelto en forma de pegatinas.

-¿Cómo fue su formación?

-Estudié el Bachiller en el colegio de las religiosas Filipenses de Palencia y la carrera de Historia en la Universidad de Valladolid. Al terminar trabajé como docente una temporada antes de especializarme en el sector de la moda. Para ello hice un postgrado en la UNED, de Cultura, Formación y Gestión de Moda, más varios cursos organizados por la Fundación Pineda en colaboración con el IESE.

-¿Qué la trajo a Asturias?

-Vine por motivos laborales. Ahora, desde hace dos semanas vivo en Gijón.

-¿Qué le parece la ciudad?

-Muy agradable, con un ambiente cultural importante, y abierta al mar. Estoy muy contenta de poder disfrutarla.

-¿Cree que el español, como ocurre con los italianos, es un diseñador nato?

-Hay personas creativas en todas partes, pero lo fundamental son las oportunidades. En Asturias tenemos un buen nivel de creatividad y de artistas, pero hay que conseguir profesionalizarlo y darle salida. Falta mano de obra, es decir, una industria que desarrolle y consolide las marcas asturianas.

-Parece que este es un mundo exclusivo de los gays?

-Sí, en general son personas con mucha sensibilidad y si a ello se suma el talento creativo y que logran trabajar bien, es natural que saquen su negocio adelante. Lo malo es que a su lado hay mucho camelo, gente que por el hecho de ser gay ya piensan que tienen el éxito asegurado, y no es así, todo el mundo tiene que potenciar sus valores.

-¿Es difícil abrirse camino en el mundo de la moda?

-Sí, y más en este momento de repunte de una grave crisis. Por otro lado ha hecho mucho daño el producto asiático y la venta on-line. Aunque he de decir que ésta, la venta on-line, ha supuesto la tabla de salvación de muchos negocios que se venían a pique, lo que no vendían en la calle lo sacaban por la red.

-¿En qué lugar situaría usted a Asturias, en cuanto creatividad?

-No vamos a la cabeza ni mucho menos, no se acaba de creer en el producto autóctono, pese a que estamos en un buen momento de creación. Se requieren más apoyos institucionales y sobre todo fe; creer que se puede lograr que la moda sea un sector potente en la creación de empleo.

-¿Usted diseña?

-No, yo gestiono moda a través de proyectos, promoción y difusión de los productos asturianos. En una palabra, me dedico a comunicar, organizar desfiles; tenemos una revista anual, y un certamen de jóvenes diseñadores. Buscamos crear una auténtica cultura de la moda. Todo el mundo piensa que entiende de moda y no es así, aunque Asturias siempre se ha distinguido por el buen gusto y la elegancia.

-¿Balenciaga ha sido en máximo exponente de la moda española?

-Sí, el mejor. Seguido de Elio Berhanyer. Ambos posicionaron la moda española a gran altura y a un nivel internacional.

-¿El mayor enemigo de la moda son las grandes cadenas?

-No. El actual referente de la moda española en el mundo es Zara. Con sus 7.000 tiendas repartidas por todos los países, y ocupando los mejores edificios.

-¿Usted, de qué se viste?

-Un poco de todo, me gusta la mezcla. Aparte soy partidaria de un consumo responsable.

-¿Quién ha sido su maestro?

-Desde mis profesores en la Universidad y en el postgrado, pasando por Enrique Loewe, gerente de una de las empresas de moda más importantes de España, y Encarnita Ortega, una gran mujer, experta en moda, promovió los mismos objetivos que tengo yo.

-¿Cuál es su color preferido?

-El negro. Lejos de lo que se piensa no es un color triste, sino elegante y seguro. ¿Quién no tiene en el armario un vestido negro para estar bien en cualquier ocasión?

-¿Y sus diseñadores de preferencia?

-Dior, Chanel y Balenciaga. Y del siglo actual, digamos Josep Font.

-¿Le gusta la moda que se vive hoy?

-Responde a la sociología, por tanto se está diversificando mucho. Reina el todo vale, y no; no todo vale. El modo de vestir dice mucho de las personas y comunica lo que éstas llevan dentro. Hay que sentirse bien y estar cómoda pero sin perder de vista los valores estéticos. Actualmente la moda está muy unida a las tribus urbanas, a su filosofía, y no tiene nada que ver con la estética. Es la no moda.

-Haga un resumen del momento que atraviesa la moda en Asturias.

-Creo que estamos en un buen momento respecto a los creativos. Pero se precisa colaboración, ayuda, la mayoría es gente joven que necesita un empujón.

-¿Hay buenas escuelas de diseño en España, o por el contrario la gente que desea formarse bien tiene que irse al extranjero?

-Son estupendas las de Madrid y Barcelona, las mejores, pero vamos a la cola con relación a Europa. La de Oviedo es reciente y poco a poco va consolidándose como muy buena.

-¿Su apellido, López-Negrete, guarda relación con la familia gijonesa Díaz Negrete?

-Sí, somos parientes. Miguel Díaz Negrete hacía nacido en Palencia, y descendemos de un tronco común.