"Lo que se pudo hacer allí, se puede y se debe hacer aquí". A partir de este planteamiento, donde allí es Ferrol y aquí Gijón, el portavoz del Grupo municipal Socialista, José María Pérez, defendía ayer la idoneidad de que el Gobierno de España haga los trámites necesarios para regularizar la situación de la regasificadora de El Musel y pueda ser elemento de apoyo a la economía asturiana. Una propuesta que ha convertido en iniciativa plenaria para ser debatida y votada por los seis partidos que conforman la Corporación en la sesión de esta semana. Si sale adelante se comprometería al gobierno local de Foro a hacer esa petición ante el Gobierno nacional del PP.

La instalación gallega también tuvo que hacer frente a sentencias judiciales que cuestionaban la distancia con viviendas de la zona o el cumplimiento de la normativa medioambiental. El Gobierno central regularizó su situación. " Y con la regasificadora de Gijón debe hacerse lo mismo que con la del Ferrol", indicó Pérez con un mapa en la mano para mostrar que en Mugardos la cercanía con las viviendas es mucho mayor que la existente entre la edificación del Musel y las viviendas de El Muselín. "Allí no es que las casas estén cerca de la planta, es que están al lado", indicó.

Pérez recordó que se está ante un equipamiento en el que se invirtieron 400 millones de euros, que no tiene actividad desde que se finalizó la obra en 2012, que generaría alrededor de un centenar de puestos de trabajo y que cuesta anualmente 23,6 millones en pagos a Enagas. La regasificadora está conectada con la red de transporte primario de gas nacional a través del gasoducto Musel-Llanera.

"Por la evolución del mercado del gas y el tráfico marítimo, han ido apareciendo nuevas oportunidades de actividades que se pueden desarrollar aprovechando esta instalación. La recarga de buques o la distribución de gas desde Gijón a otros países de Europa", explicó.