Se van conociendo más detalles de la trágica muerte de un matrimonio octogenario en Gijón. Y todos ellos apuntan a lo mismo: él y ella, de 87 y 83 años, pactaron quitarse la vida tras salir de una residencia y volver a su casa en la calle Felicidad, en El Llano. Según los primeros indicios, él disparó primero a su mujer antes de quitarse la vida, aunque este hecho está aún por confirmar a través de la autopsia.

Fuentes policiales explican que los disparos se habrían realizado con un arma de fabricación casera: construida con tubos y una empuñadura de madera. En el vecindario apenas se percataron de lo sucedido y fueron los sobrinos del matrimonio, que ya llevaban tiempo preocupados por su deriva, los que dieron la voz de alarma al no poder contactar con ellos por vía telefónica en todo el día. Ellos mismos se personaron en la vivienda a última hora de la tarde y se encontraron con la escena: ella, sentada en una silla; y él, en el suelo a sus pies. Ambos con un disparo en la sien.

El matrimonio no tenía hijos y había permanecido unos días en una residencia, pero se encontraba deprimido, según las primeras investigaciones, y decidieron volver a su casa para acabar con sus vidas. Eso sí, existe plena unanimidad en su entorno en que "el amor que se tenían era muy grande".

Notas firmadas explicando la muerte del matrimonio

muerte del matrimonioOtro elemento clave es la presencia de notas firmadas por ambos en la vivienda que compartían. En una de ellas hablan de reparto de su dinero entre familiares a modo de despedida. De hecho, la Policía Nacional retiró del inmueble una notable cantidad de dinero que tenían guardado.

La autopsia que se está elaborando esta mañana determinará ahora de forma definitiva quién murió primero de los dos, así como la hora exacta del fallecimiento, aunque los sobrinos ya refirieron que no pudieron contactar con ellos desde por la mañana. Sí habían hablado con ellos un día antes y "todo parecía estar bien".

Los vecinos, impactados

Los vecinos de los cercanos barrios de Ceares y El Llano se acostaron ayer y se despertaron hoy hablando del mismo tema. La noticia del fallecimiento del matrimonio saltó incluso a los medios nacionales. En las cafeterías y bares de la zona hoy no se habla de otra cosa. "Que cruel es la vida a veces", comentaba alguno esta mañana al leer los titulares de la prensa. Muchos se acordaban de lo mal que lo tienen que estar pasando ahora los familiares de la pareja.