"En todo momento la deriva de esta clínica ha sido de múltiples quejas y reclamaciones por parte de pacientes. Ya el año pasado avisamos a los nuevos propietarios, Weston Hill, que, o cambiaban de modo de gestionar este tipo de consultas o íbamos a tener grandes problemas, como ha pasado. El cierre deja a personas con la boca destrozada, tratamientos a medias, y algunos sin comenzar y habiendo pagado", explica Óscar Castro sobre iDental. El presidente del Consejo de Dentistas expresa además que el cierre de las clínicas afecta especialmente a los "colectivos más vulnerables" dado que la publicidad de esta cadena "low cost" iba dirigida a las personas con menos recursos.

"Pedimos un control estricto de la publicidad sanitaria. Porque iDental empezó diciendo que daba subvenciones a gente con necesidades, con lo que familias con economía precaria acudieron en masa pensando que había detrás algún tipo de ayuda pública. Lo podemos llamar publicidad engañosa, cuando menos. Puede ser una presunta estafa y por eso lo llevaremos a la Audiencia Nacional: hay indicios y así se lo hemos comunicado a la Fiscalía General en dos ocasiones", indica Castro. ¿Y qué odontólogos trabajaban en estas clínicas? El presidente del colectivo profesional de dentistas explica que "se hacían prácticas sobre los clientes", vendiendo un máster. "Se hacía en colaboración con dos universidades, la de Lérida y Alicante. Curiosamente ninguna de las dos tiene facultad de Odontología", añade.

Pese a las advertencias, el problema ha estallado y ahora la solución para los miles de afectados va a ser muy complicada, advierte Castro. "Los damnificados por Funnydent (cadena que operaba en Barcelona y Madrid) no tienen soluciones después de dos años", recuerda. El Consejo ha lanzado recomendaciones para los afectados.