Los vecinos de Poago llevan años clamando por una mejora en el paso a nivel de la parroquia pero hasta ahora sin resultado satisfactorio. Es por eso que ayer volvieron a reunirse la sede vecinal para preparar una batería de demandas al Ayuntamiento, que entienden que debería echarles una mano en sus reivindicaciones. "La pasada semana se bajaron las barreras y estuvieron bajadas cinco horas, hubo que hacer transbordo en los autobuses y los vecinos se vieron obligados a sortearlas con el consiguiente riesgo", denuncia José Berdayes, presidente de la asociación vecinal. Este episodio, además, se repite con relativa frecuencia. "La vez anterior estuvieron bajadas durante tres horas; vienen los técnicos de Renfe y las levantan, pero el problema sigue sin solucionarse", asevera Berdayes.

A este problema se suma el gran peralte en la calzada en paso a nivel que hace que los vehículos rocen sus bajos contra el asfalto. "Nos mandan autobuses viejos porque los nuevos se estropean, necesitamos que alguien lo arregle, y ni el Ayuntamiento de Gijón ni el Principado son capaces de ponerse de acuerdo en algo tan sencillo", lamenta el presidente vecinal.

El del paso a nivel es el gran problema de la parroquia, pero los vecinos también denuncian que la sede de la asociación "lleva muchos años sin mantenimiento", con desperfectos en la fachada y las ventanas "por las que nos entra el agua y el viento". Además, llevan 30 años reclamando que se asfalten 200 metros de camino en el monte que les acortaría en muchos kilómetros el acceso a Carreño. "Pero tampoco se ha hecho nada", resumen. Las mejoras para la parroquia "son urgentes", coinciden los vecinos de Poago.