La docena de agentes extra que patrullan la noche gijonesa para evitar aglomeraciones en los bares de copas ya carburan. Solo en la noche del sábado, la Policía Local multó a 128 personas y desalojó dos locales en la zona de Fomento por aglomeraciones y exceso de aforo. En uno de ellos había 351 personas, 272 de ellas menores de edad, cuando solo tenían permitida la entrada a 321 clientes. A pesar del celo policial y de las sanciones que algunos dueños de locales de ocio nocturno ya han sufrido, los hosteleros aplauden la labor de la Policía Local. "Las normas son para todos", asumen.

La madrugada del sábado fue de mucho trabajo para los agentes, que, para mantener el control de la noche, deberán doblar turnos. En condiciones normales son cinco patrullas las que se encargar de vigilar las zonas de copas. Ahora hay una docena de agentes y un mando policial más dedicado a esa tarea. "A veces es complicado de hacer que el cliente cumpla con las normas", apunta Javier Martínez, el vicepresidente de la Asociación de Hostelería y Turismo en Asturias (OTEA), que añadió que "quizás la sanción no sea la mejor herramienta de castigar a un sector que ya lo tiene muy complicado". "Hay que estar encima, pero una cosa es criminalizar al sector y otra la inercia de la noche", reflexiona.

Los desfases nocturnos se producen desde hace tiempo y la última madrugada no fue la excepción. En uno de los locales que la Policía desalojó en Fomento la fiesta que había montada incumplía claramente las directrices de la Consejería de Salud. Había hasta un conocido DJ y la sesión se retransmitió por redes sociales. En las imágenes, se aprecia que los clientes ni respetan la distancia de seguridad ni llevan mascarillas. El primer aviso fue a las 00.05 horas y hasta allí se desplazaron cuatro patrullas para intervenir, dos de los agentes custodiaban la puerta trasera (por la calle Rodríguez San Pedro) para evitar huidas. El aforo del local es de 643 personas, pero solo pueden estar ahora a mitad de aforo y había 351. De ellos, fueron multados 22 por no llevar mascarilla. "Estas medias están muy bien, ya que hay algunos que cumplimos y otros que no", asevera Francisco García de La Buena Vida. "Por norma general, un hostelero trata de que se cumplan las normas y a veces es el cliente el que incumple por no llevar mascarilla", afirma. "Si yo hago bien las cosas, quiero que le resto también", zanja.

La segunda intervención policial en la madrugada dominical se dio a las 5.45 horas. En esa ocasión, el aforo del local, también en la zona de Fomento, podría alojar en condiciones normales a 123 personas. Con lo cual, con las medidas sanitarias, solo tienen permitido el acceso al interior al mismo tiempo 61,5 personas. Había 122 bailando en la pista y sin mascarillas. Se multó a una docena de clientes. "El refuerzo es algo normal, dadas las condiciones que estamos viviendo", indica Ángel Paraja, del Genius Bar. "El control de aforos es complicado. En nuestro caso, hacemos un gran esfuerzo. En Gijón la gente no está acostumbrada a hacer colas", añade.

El pasado fin de semana los agentes ya detectaron estos incumplimientos en varios locales de Fomento, en los que hasta los porteros piden a los clientes que no hagan fotos para evitar que quede constancia de las aglomeraciones. Los locales multados hace una semana se ubican en la calle de Marqués de San Esteban. Las sanciones suponen multas de 6.011 euros. "No hay que desfasar demasiado. En Asturias estamos siendo ejemplares y el esfuerzo que está haciendo la policía está siendo superior", afirma Iván Moure, uno de los encargados del Sauron. "Nosotros procuramos que se mantengan las distancias de seguridad y que todos lleven mascarillas. Todas las medidas que se tomen están bien tomadas, pero a veces la vigilancia es demasiada en algunos bares. Habría que dar más servicio al centro", declaró el trabajador de uno de los bares más activos la noche gijonesa. Una noche en la que ya no todo vale.