La remodelación integral de la calle Calderón de la Barca, en El Coto, comenzará el próximo martes, ejecutándose por tramos para mitigar la afección durante los ocho meses que durará esta obra largamente demandada por los vecinos y que va a ejecutar la empresa Cotodisa por 1.165.181,96 euros. La obra incluye la renovación de las redes de alumbrado, agua y saneamiento. También se renovarán el firme de la calzada y las aceras, que se ampliarán a costa de reducir el ancho del carril de circulación. Además se cambiará parte del arbolado y se crearán sistemas para reutilizar el agua de lluvia.
La primera fase de la obra, la que comenzará el martes, afectará al tramo comprendido entre las calles Ramón y Cajal y Leopoldo Alas Clarín. El siguiente tramo en obras será el que va de Leopoldo Alas a la calle General Suárez Valdés y los trabajos concluirán con la remodelación del tramo entre esta vía y la calle Usandizaga.
El inicio de la remodelación de esta calle se había previsto para 2020, pero se tuvo que aplazar debido a la irrupción de la pandemia del coronavirus. El mal estado en el que se encuentra la calle, con un firme irregular, grietas y baldosas rotas había provocado protestas vecinales hace unos meses. La respuesta del Ayuntamiento ha sido contratar una obra que incluye la renovación de todos los servicios, gana espacio para el peatón y da el primer paso para reutilizar el agua de lluvia que cae en El Coto, contribuyendo a descargar la red de saneamiento, a la que ahora va a parar.
La anchura de esta calle entre fachadas es variable a lo largo de su trayecto. El proyecto gira en torno a la reducción del carril de circulación de vehículos a 3,5 metros de ancho y la ampliación en lo posible de las aceras. Ganar espacio para los peatones y reducir la velocidad de circulación de los vehículos –lo que lleva aparejado menos emisiones de gases contaminantes y menos ruido– son los objetivos de esta medida.
El ancho de las aceras tras la remodelación oscilará entre los 2,60 y 3,30 metros, salvo en el acceso al colegio Ramón de Campoamor, donde alcanzará los 5,10 metros para la seguridad en la entrada y salida de los niños del centro escolar. La obra incluye la colocación de mobiliario urbano, como bancos y sillas en las aceras, además de papeleras. Esas medidas afectarán ligeramente a las plazas de aparcamiento.
En cuanto a la renovación de la red de saneamiento y abastecimiento, esta actuación incluye la creación de una red separativa de aguas pluviales. Esto es, que el agua de lluvia que cae en esta calle no vaya a parar a los colectores de aguas fecales, si no que se recogerá para su futura reutilización. Se trata del primera paso del proyecto municipal para ir creando una red de aguas pluviales en El Coto y almacenarlas en un depósito para su futura reutilización como el riego, baldeo de espacios públicos o abastecimiento de fuentes ornamentales. Una solución para reducir el consumo de agua y la carga de la red de saneamiento.
Varios tilos se van a plantar con un método que reduce el riesgo de que dañen canalizaciones
La red separativa no es la única medida para aprovechar el agua de lluvia que se empleará en la calle Calderón de la Barca. Parte del arbolado existente se podrá mantener pero otra parte tendrá que sustituirse debido a la modificación de las aceras. Se retirarán 27 árboles, plantando 21 nuevos tilos en alcorques situados sobre la acera. De éstos, 12 se plantarán mediante el conocido como método Estocolmo, que requiere una excavación para cada árbol mayor que la de un alcorque convencional (de 10,5 metros cúbicos), en la que se mezcla grava y tierra para el árbol e incluye un sistema para recoger y aprovechar el agua de lluvia para su riego. Además, el riesgo de el arbolado urbano provoque fisuras en tuberías con sus raíces en busca de agua es notablemente menor con los plantados con el método Estocolmo.
Una parte del arbolado se mantendrá sobre la acera, pero 17 árboles se plantarán a lo largo de la linea de aparcamiento, en el lado de los números impares de la calle, en el tramo entre las calles Leopoldo Alas y Usandizaga, mediante retranqueos.
En cuanto a la red de alumbrado, la renovación incluye tanto las farolas y su reubicación, como las canalizaciones.
La nueva imagen de la calle tras la remodelación
- Calzada. Se reduce su sección a 3,5 metros de ancho en toda la calle, más dos lineas de aparcamiento en cordón de 2,20 metros de ancho.
- Aceras. Su ancho será variable, entre los 2,60 y 3,40 metros. Entre las calles Ramón y Cajal y Leopoldo Alas se amplían las aceras a casi tres metros. Entre Leopoldo Alas y General Suárez Valdés, se amplía la acera de los impares hasta los 3,30 metros manteniendo el mismo tamaño en los pares. Entre Suárez Valdés y Usandizaga se ampliará el margen izquierdo, para igualar ambas aceras.
- Colegio. La acera frente al colegio Ramón de Campoamor se ampliará hasta los 5,10 metros para asegurar que la entrada y salida de los niños sea segura.
- Arbolado. Entre la calle Ramón y Cajal y Leopoldo Alas se mantendrá el arbolado sobre la acera, talando los tres primeros ejemplares en la acera de los números impares. Entre las calles Leopoldo Alas y Usandizaga se mantiene el arbolado en las aceras de los pares, mientras al otro lado de la calle se plantarán en la linea de aparcamiento, cada 15 a 20 metros.
- Agua. La obra incluye la renovación de la red de saneamiento y abastecimiento, además de la instalación de una red separativa para recoger el agua de lluvia para futuros aprovechamientos.
- Alumbrado. Renovación de la red, tanto las canalizaciones como nuevas luminarias con estética similar a la existente en el entorno y que se regularán mediante telegestión.
- Mobiliario urbano. Colocación de bancos y sillas modelo Brisa y papeleras modelo Cibeles a lo largo de la acera.
