Las defensas de los implicados en el "caso Germán" presentarán recurso de súplica para evitar volver a prisión

Los jueces les deniegan la suspensión al entender que agredieron al gijonés “por mera diversión” y no por estar drogados | “Mi hijo tiene condena de por vida”, indica la madre

Germán Fernández, con su madre, Yolanda Fernández, y su abogado, Gonzalo Botas.

Germán Fernández, con su madre, Yolanda Fernández, y su abogado, Gonzalo Botas. / Marcos León

I. Peláez

I. Peláez

Los cuatro implicados en el “caso Germán”, el camarero gijonés que resultó gravemente herido en la madrugada del 14 de julio de 2017 tras un incidente en la zona de Fomento (con secuelas de por vida), deberán cumplir lo que les queda de condena después de que el tribunal de la sección octava de la Audiencia haya rechazado los recursos presentados solicitando la suspensión de las penas. Los jóvenes, actualmente en libertad, alegaron estar bajo los efectos de las drogas en el momento en el que se cometieron los hechos y “su buena conducta” tras lo ocurrido, pero los jueces sostienen que el día de autos actuaron “de común acuerdo y por mera diversión” cuando se perpetró el ataque. “Nos alegramos mucho de la decisión. Bastante poco era la condena que recibieron para la condena de por vida que tiene mi hijo por su culpa”, señaló ayer Yolanda Fernández, madre del camarero gijonés.

Los cuatro implicados en el “caso Germán” volverán a prisión a cumplir toda la pena

Por la izquierda, Jorge Álvarez, Yeray Rodríguez, Rubén Álvarez e Imad Ashaini, durante el juicio. / Marcos León

Tanto los procesados como la familia de Germán Fernández llegaron a un acuerdo, desvelado por LA NUEVA ESPAÑA, para evitar el juicio. Rubén Álvarez, que reconoció la autoría del puñetazo que derribó al camarero gijonés, asumió cinco años de cárcel, mientras que los otros tres encausados (Imad Ashaini, Yeray Rodríguez y Jorge Álvarez) aceptaron cuatro. A esas penas hay que restar los dos años que prácticamente pasaron en prisión preventiva cuando fueron detenidos por la Policía Nacional a lo largo del verano de 2017. Además, los implicados se comprometieron a abonar 300.000 euros de indemnización por los daños a su víctima, de los que 159.996,32 fueron consignados antes de la celebración de la vista oral, en octubre del año pasado. Los cuatro jóvenes también asumieron, además, diez (Rubén Álvarez) y ocho años (los otros tres) de alejamiento de su víctima. Tiene prohibido acercarse a él a menos de 500 metros.

El reconocimiento de los hechos en sede judicial permitió dar por bueno el relato establecido por el ministerio fiscal, que siempre se opuso a la suspensión de las condenas a cambio de medidas cautelares. Ese relato establecía que los cuatro “formaban un grupo consolidado de amigos, denominándose a sí mismos ‘La manada’” y coincidieron en un bar de Marqués de San Estaban con Germán Fernández y varios amigos. “Llevados por un ánimo común de diversión, comenzaron a provocar a los jóvenes, generando un nimio incidente en el que Ashaini se interpuso en el camino de uno de los amigos del camarero gijonés”, lo que hizo que este último cogiera por el cuello al joven marroquí. “Pégame, pégame, que ya chuparás luego”, le espetó este acusado. “A pesar de que quisieron ignorarles”, prosigue el relato de hechos probados de la sentencia, fueron hostigados hasta que “les agredieron de forma grupal e indiscriminada, limitando su capacidad de reacción e incluso de huida, prevaliéndose de su número y de sus capacidades físicas por practicar artes marciales varios de ellos”. Germán Fernández quedó tendido en el suelo, lo que motivó la huida de los implicados. El joven sufrió graves heridas, pasó casi cincuenta días en la UCI del HUCA y a partir de ahí inició un grave proceso de recuperación en distintos centros especializados en neurología. Pese a todo, Germán Fernández quedó impedido para vivir de forma independiente, como señalaron los informes forenses aportados a la causa.

Recurso de súplica

Tras adquirir firmeza la sentencia acordada entre las partes, la Audiencia abrió lo que se conoce como plazo de ejecución de sentencia, momento que aprovecharon las cuatro defensas para interesar la suspensión. Alegaron que ninguno de los cuatro eran “reos habituales” y que la drogadicción había influido en sus actos. A esa petición se opuso la Fiscalía al entender que ninguno de los cuatro cumple con los requisitos del artículo 80 del Código Penal. La Audiencia ha optado por la misma interpretación, por lo que todos deben volver a ingresar en la cárcel para terminar de asumir las penas acordadas durante el juicio. Sí es cierto que al tener cumplida la mitad de esos años (de cuando estuvieron en prisión preventiva) podrían solicitar permisos en poco tiempo. Incluso el tercer grado en el caso de encontrar un trabajo. Además, los cuatro implicados presentarán recurso de súplica ante este auto.

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