Los puestos de artículos usados del rastro, en pie de guerra por la cuota de autónomos

"Ya hay mucha gente que ha dicho que el año que viene no va a renovar el permiso para poner el puesto". La frase la pronuncia José Pastor, un vendedor de artículos de segunda mano del rastro de Gijón, que lleva desde 1998 en el negocio. Y la dice porque encabeza un grupo al que pertenecen unas 80 familias que temen quedarse sin una de sus formas de subsistencia. Según apuntan, para renovar su permiso de venta de cara al 2023 tendrán que darse de alta en autónomos y contratar un seguro de responsabilidad civil, dos trámites que económicamente explican les es imposible de asumir. "Si esto sale finalmente adelante gran parte del rastro va a terminar desapareciendo", lamenta Pastor.

La preocupación entre los vendedores de artículos de segunda mano es máxima. Explican que por el alquiler de las dos plazas que habitualmente tienen en el rastro deben abonar 256 cada seis meses. Una cantidad a la que habría que sumar la cuota de autónomos y la del seguro. "Mucha gente cobra el salario mínimo vital, así que no se pueden dar de alta en autónomos", apunta Pastor. Este grupo, que ya ayer inició sus reivindicaciones y sopesa una concentración delante del Ayuntamiento para el día 13, también reclama una bajada del coste del alquiler de las plazas. Reivindican, además, que realizan una actividad "sociocultural, turística y recreativa" que ya hacían "antiguamente todos nuestros ancestros y que queremos perpetuar".

El permiso para vender en el rastro se renueva cada año. El Ayuntamiento se remite a la ordenanza que regula la venta ambulante en el concejo. El gobierno local recuerda que toda actividad económica "requiere estar dado de alta por cuenta ajena o propia". Añaden que los vendedores deben presentar esta documentación o bien una declaración responsable de que están dados de alta. "Lo que nos han dicho es que para este año tenemos que estar dados de altas en autónomos y tener el seguro", apunta, no obstante, Pastor. Este grupo de vendedores del rastro ya ha iniciado contactos con diversos grupos políticos para llevar sus reivindicaciones al pleno. La semana pasada tuvieron una reunión con el presidente del PP, Pablo González.

"La actividad que realizamos es un bien para toda la sociedad porque reciclamos una gran cantidad de artículos que, de otra manera, terminarían en el vertedero", apuntan los vendedores en un comunicado distribuido ayer tras su protesta. "Nuestra actividad tiene repercusión porque atrae gente de otros concejos y genera un valor añadido para Gijón", zanjan.

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