Ases de la improvisación por escrito: estas son los ganadoras del certamen literario de Somió

"Lo mejor es que no tienen nada preparado", afirmó ayer Soledad Lafuente, líder vecinal de Somió, tras la entrega de los premios del XX Certamen literario juvenil "Jorge Medina", que puso a prueba la creatividad de los participantes, obligados a escribir sus redacciones en el mismo día en el que conocieron la temática. Fue el 26 de diciembre cuando los jóvenes dieron rienda suelta a su imaginación tras un sorteo que dilucidó los asuntos que podían abordar los diferentes grupos: de 6 a 9 años, de 9 a 14 y de 14 a 18.

Las tres galardonadas recibieron su recompensa en la sede de la asociación de vecinos "San Julián" de Somió, espacio donde también se desarrollaron las redacciones de los cuentos. Lola Lueje se impuso en la primera categoría, en la que le tocó escribir sobre los propios cuentos. Superó el reto. En el segundo grupo, Carolina Pérez se llevó el premio. La montaña y el valle eran los condicionantes a modo de temas que debían estar presentes en su escrito, mientras que Sara Moro fue la más creativa dentro de su categoría, en la que los celos, la traición y la venganza eran las temáticas sobre la que se podía crear bolígrafo en mano. Más de una veintena de jóvenes se animaron a participar en el certamen, si bien se quedaron con la miel en los labios.

Lueje, Pérez y Moro leyeron ayer sus triunfadores cuentos, con los que han obtenido, como premio, un vale para gastar en librerías y no dinero en metálico, ya que uno de los factores que mueve la iniciativa es el afán educativo y didáctico que persigue, como explicó Lafuente, que ensalzó el "bonito" enfoque del concurso, con enorme solera en Somió. Socorro Suárez, catedrática de la Universidad de Oviedo, fue la encargada de dictaminar los vencedores en los tres niveles en función de sus criterios, entre los que valoró especialmente la "ocurrencia" de los jóvenes escritores, impulsados a improvisar.

Para la líder vecinal, este certamen, que celebró su 20.º aniversario, supone una gran oportunidad para estimular la inventiva juvenil. "Tienen que escribir en el momento y nadie les puede echar una mano", señaló Lafuente, que reivindicó que el proyecto no está cerrado a los residentes en la parroquia, sino que muchos colegios aportan sus alumnos en busca del anhelado galardón. Al margen de la entrega de premios, la jornada se completó con una merienda grupal con la que conmemorar estas fechas festivas antes de que los niños y adolescentes regresen a las aulas. Tres de ellas lo harán con un merecido reconocimiento bajo el brazo.

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