El calvario de los vecinos y comerciantes de la Calderón de la Barca por las conflictivas obras en la calle: ahora tienen inundaciones

Un negocio se ha mudado por la entrada de agua: "Llevaba 13 años aquí" | Temor en la zona a que las labores se demoren hasta después del verano

Belén Menéndez señala la zona de su garaje por la que entra agua en Calderón de la Barca. | Marcos León

Belén Menéndez señala la zona de su garaje por la que entra agua en Calderón de la Barca. | Marcos León / Pablo Palomo

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Los estragos que ha provocado la paralizada obra de la calle Calderón de la Barca no solo se notan en las aceras sin terminar de esta vía de El Coto, sino también en el subsuelo. Varios vecinos y algunos comerciantes denuncian que desde hace varios meses cada vez que llueve sufren inundaciones en garajes y en locales comerciales. El problema se encuentra sobre todo en el número 1 de la calle, donde los residentes explican que sufren entradas de agua no deseadas en su garaje. La peor parte se la ha llevado una clínica de fisioterapia que, ante las inundaciones constantes, su dueño ha tenido que trasladar su negocio a la avenida de La Costa. Hay varios trasteros de la calle Ramón y Cajal cuyo dueño también denuncia que sufre este mismo problema que vincula a los trabajos de remodelación de la vía. "Había invertido 90.000 euros en la clínica y llevaba 13 años en ella, pero no me ha quedado más remedio que marcharme", explica Luis de Prado, el fisio que ha tenido que emigrar a la avenida de la Costa.

Joaquín Martín y su madre, Mercedes Areces, ayer, en Calderón de la Barca. | Marcos León

Joaquín Martín y su madre, Mercedes Areces, ayer, en Calderón de la Barca. | Marcos León / Pablo Palomo

La situación en Calderón de la Barca no es nueva, pero sí que han vuelto a arreciar las críticas. De hecho, hace dos días acudieron las concejalas de Urbanismo y de Obras Públicas, Dolores Patón y Salomé Díaz Toral, para interesarse por el problema. Los vecinos se quejan de que hay inundaciones en el tramo de la calle más próximo a la calle Ramón y Cajal. Lo cuenta Belén Menéndez, que vive en la comunidad de vecinos situada en el número 1. "Llevo 18 años viviendo en el mismo sitio y nunca habíamos tenido problemas con las inundaciones. Esto ha sucedido justo a la vez que la obra", explica. La entrada de agua en este bloque se produce por el garaje. Han tenido que colocar coberturas de plástico para evitar daños a los coches. "Cada vez que llueve se inunda. A veces hay tanta agua que es como ir por la orilla del mar", añade la mujer, que cree, como muchos otros vecinos, que la remodelación de la calle no se terminará en el corto plazo, sino después del verano. "Esto va a ser un marrón que tenga que asumir el próximo gobierno local", añade.

Agua en la clínica de fisioterapia de Luis de Prado, también afectada.

Agua en la clínica de fisioterapia de Luis de Prado, también afectada. / Pablo Palomo

Luis de Prado es un fisioterapeuta que ha tenido que cambiar la ubicación de su negocio por las inundaciones. Señala que le entró agua por vez primera en marzo del año pasado, es decir, con los trabajos aún en marcha. Esto mismo le ha sucedido, señala, en varias ocasiones más. Se puso en contacto con la Empresa Municipal de Aguas, con los Bomberos y con su seguro para tratar de encontrar una solución. Explica que hace unos meses la propia Ema detectó una fuga en una tubería, que podría ser la causa del problema, pero que, aunque la sellaron, de nuevo a las pocas jornadas volvió a tener que achicar agua. "La única solución que me dan es aislar el muro que hay bajo tierra, pero claro, para eso hay que volver a levantar toda la calle", detalla. "No puedo esperar a que eso suceda así que me he tenido que mudar por este problema. Creo que ha sido una chapuza por parte de todos", añade.

Por su parte, Herminio Iglesias sufre el mismo problema en unos trasteros de Ramón y Cajal que dan a Calderón de la Barca. "Hemos tenido que llegar a meter bombas para achicar el agua", comenta. La situación amenaza con acabar con la paciencia de los vecinos. Hay previsto para el próximo 11 de abril en el Paraninfo del centro municipal de El Coto una nueva reunión vecinal para recibir información sobre el asunto.

La gestión de la obra ha sido tortuosa. Fue en diciembre del año pasado cuando el Ayuntamiento y la empresa de mutuo acuerdo decidieron resolver el contrato de la obra con ella a medio hacer. A la adjudicataria les pilló la subida del precio de los materiales y la huelga de los transportistas. La próxima fecha clave es el 13 de abril. Hasta ese día tienen las empresas de plazo para presentarse a una licitación de la Ema para renovar las canalizaciones y el saneamiento. Esta actuación, en teoría, se tiene que hacer de forma coordinada con el resto de trabajos pendientes para terminar con la pavimentación y señalización de Calderón de la Barca.

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