El origen del Botánico de Gijón está en Cuba: así se creó el Jardín

El hermanamiento de Gijón con La Habana y la mirada al jardín de la capital caribeña enmarcaron el impulso político al singular museo verde local

Paseantes en el Jardín Botánico, con la torre de la Universidad Laboral al fondo. | Pablo Solares | MARCOS LEÓN

Paseantes en el Jardín Botánico, con la torre de la Universidad Laboral al fondo. | Pablo Solares | MARCOS LEÓN / R. Valle

"Una nueva joya del paraíso natural que es Asturias". Así se presentaba aquel 25 de abril de 2003, día de su inauguración, el Jardín Botánico Atlántico de Gijón. Medio centenar de personas participaron en un acto institucional encabezado por Paz Fernández Felgueroso, alcaldesa de Gijón; Vicente Álvarez Areces, presidente de Asturias; Estanislao Rodríguez Ponga, secretario de Estado de Hacienda; Mercedes Fernández, delegada del Gobierno y Juan Vázquez, rector de la Universidad de Oviedo. Y algo más de 12.000 gijoneses ya habían recogido sus invitaciones para visitar de manera gratuita a lo largo de mayo el nuevo gran museo verde de Gijón. Un equipamiento, el primero de esas características en el Norte de España, que había costado unos 9 millones de euros.

Eso fue hace veinte años y ese es el aniversario que ahora se festeja desde el Ayuntamiento con un programa de actividades que empieza hoy y se prolonga hasta julio dentro y fuera del recinto del Botánico. Pero la historia del gran jardín de Gijón había comenzando mucho antes. Y en Cuba. Un julio de 1993, terminada la Semana Negra, tres parejas de Gijón con sus hijos visitan Cuba. Uno de ellos era el concejal de IU, Jesús Montes Estrada "Churruca". Un año antes había estado en Gijón el vicepresidente del Poder Popular de Ciudad de La Habana, Reinier Regal, y de aquella visita salió el envió de seis autobuses gijoneses como donación a la capital cubana.

"No sé cómo se enteraron de que íbamos, pero una delegación del Poder Popular nos esperó en la escalerilla del avión. Jamás nunca nadie me volvió a esperar en la escalerilla de un avión", ríe ahora Churruca recordando la anécdota. De aquella visita en familia, y de las conversaciones entre unos y otros, surgió la idea de estrechar las relaciones entre La Habana y Gijón a través de un acto de hermanamiento de los que se estilaban en la época. Los cubanos hicieron dos consultas que resultaron favorables: una al propio Fidel Castro que animó la iniciativa y otra a José Ramón Fernández, el "Gallego" Fernández, que hizo más que dar ánimos.

De izquierda a derecha, Jesús Montes Estrada, en el Botánico de La Habana; Paz Fernández Felgueroso, con Ángela Leiva, en la visita del año 2000 al equipamiento cubano, y autoridades en la inauguración del Botánico de Gijón. | Ángel González

Jesús Montes Estrada, en el Botánico de La Habana. / R. alle

"Acordamos una noche hacer un protocolo de hermanamiento y yo volví con ese papelín en el bolsillo a Gijón", recuerda el exconcejal. Pocos sabían de la existencia de ese papelín más allá de Izquierda Unida. Su existencia se hizo real durante la negociación de los presupuestos municipales para el año siguiente con el equipo socialista liderado por Vicente Álvarez Areces. Cuando la negociación estrictamente presupuestaria ya estaba avanzada IU la vinculó al compromiso político de un hermanamiento con La Habana. "Era de madrugada y nos dijeron que nos contestarían al día siguiente. Tini nos llamó a Jesús Iglesias y a mí. Nos dijo que aceptaban pero que no sería ahora mismo sino a lo largo del primer trimestre del año siguiente", explica Churruca.

Y así fue. El protocolo de hermanamiento con La Habana se firmó en la Casa Consistorial en marzo de 1994 con las rúbricas del Alcaldesa Areces y de Rogelio Millán como vicepresidente del Poder Popular de La Habana. En noviembre se hizo lo mismo en La Habana con una amplia presencia gijonesa tras fletar un avión. "El primer vuelo transoceánico que salía del aeropuerto de Asturias. Íbamos cargados de paquetes, muchos gijoneses para sus familias de Cuba", describe Churruca.

El mismo Churruca que ya en una visita institucional a Cuba en 1997 visitaba los botánicos de La Habana y Cienfuegos. ¿Por qué no un botánico en Gijón? Con la idea en la cabeza, y otra vez en el marco de una negociación presupuestaria con el PSOE, la de 1998, IU plantea un Botánico con una dotación de partida de 200 millones de pesetas. La respuesta fue sí. "Pero esto no es un pasaba por allí Churruca ni un capricho de nadie. Teníamos un bosque especial de carbayos en el Tragamón y todos los mimbres para hacerlo así se tiró de ello", concreta, aunque dejando claro que "sin IU no hubiera habido hermanamiento con La Habana y sin IU no hubiera habido Jardín Botánico".

Una reunión de presente para recuperar lazos del pasado

Paz Fernández Felgueroso, con Ángela Leiva, en la visita del año 2000 al equipamiento cubano. / R. Valle

Desde Cuba llegaron expertos como Ángela Leiva, directora del Botánico de La Habana, y Alberto Díaz, el jefe de mantenimiento del jardín cubano, dentro de un convenio de colaboración que vinculaba a los dos municipios, pero también a las universidades de Oviedo y La Habana. Los primeros pasos del equipamiento gijonés también contaron con el asesoramiento del director técnico del Botánico de Córdoba, Esteban Hernández Bermejo, que se encargó de hacer un estudio de viabilidad. Responsables de los botánicos de La Habana y Córdoba están ahora mismo en Gijón para participar en el cumpleaños. Hoy mismo participarán en una charla en la antigua Escuela de Comercio

Hubo mucha más gente que trabajo para que el Botánico fuera una realidad, El equipamiento que ahora existe surgió de un concurso de ideas que ganó un equipo integrado por Tau Noriega Arquitectos, el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio de la Universidad de Oviedo (Indurot), Ingeniaqued y el paisajista Ricardo Librero. El punto de partida fuero cuatro bloques temáticos –Entorno Cantábrico, Factoría Vegetal, Itinerario Atlántico y la Isla– representados simbólicamente en los cuatro bloques de acero y cristal de la fachada de acceso al Jardín.

Una reunión de presente para recuperar lazos del pasado

Autoridades en la inauguración del Botánico de Gijón. | Ángel González / R. Valle

La compra del jardín histórico de La Isla por parte del Ayuntamiento fue otro elemento clave de la operación. "De eso tiró el PSOE, y nosotros aplaudiendo", rememora el exedil de IU. La compra de la finca se formalizó en septiembre de 2000 con un coste para las arcas municipales de 235 millones que convertían en un espacio de titularidad pública la finca –no el edificio– creada por Florencio Valdés. Uno de los jardines históricos más hermosos y singulares de Asturias que a su valor botánico sumaba sus ingenios de agua. La finca de la Isla con la carbayera del Tragamón, el Molín de Rionda y unas praderías al norte del arroyo Peñafrancia daban vida a aquel Botánico inaugurado hace 20 años que abría al público 15 de las 25 hectáreas del parque. A partir de entonces solo quedaba hacer crecer un jardín que no solo es museo vivo de Gijón y pulmón de la ciudad. Es también una de las piezas más singulares de esa Milla del Conocimiento que se ha convertido en el corazón educativo, cultural y económico de Gijón.

Una reunión de presente para recuperar lazos del pasado

Una reunión de presente para recuperar lazos del pasado / R. Valle

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Compartir el cumpleaños y recuperar la colaboración de otras épocas, sobre todo en el ámbito universitario, ha traído a Gijón desde el Botánico de La Habana a Carlos Manuel Pérez, su director general, y a Larisa Castillo, su directora de horticultura y paisajismo. Pérez y Castillo se reunieron ayer con la alcaldesa, Ana González; el edil de Medio Ambiente, Aurelio Martín, y el director general del área, Cosme García.

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