Un pantalán para una vida en la mar: Suso el de la Emperatriz dará nombre a un embarcadero

El puerto deportivo homenajeará a Jesús Gutiérrez, de 97 años, dando su nombre a un embarcadero

Jesús Gutiérrez, ayer, a la entrada del pantalán que llevará su nombre, en el espigón de Fomento. | Athenea Eugon

Jesús Gutiérrez, ayer, a la entrada del pantalán que llevará su nombre, en el espigón de Fomento. | Athenea Eugon / Sergio García

Sergio García

"Estoy muy agradecido. Que te hagan un homenaje tras toda una vida en ello es muy bonito", afirma Jesús Gutiérrez Muñiz, conocido popularmente como "Suso" el de la "Emperatriz", un barco que ha sido una pieza crucial en su trayectoria profesional y también vital. A sus 97 años, recibirá el próximo sábado un homenaje en el espigón de Fomento, donde el Puerto Deportivo colocará una placa conmemorativa en su honor y le otorgará su nombre a un pantalán. Aunque nació en Candás, lleva a Gijón en el corazón. Reside en la calle Los Moros. A los 14 años le llegó su afición por la mar y la pesca, que prosiguió durante décadas.

Gutiérrez recuerda con nitidez uno de sus mayores sustos se produjo con la "galerna del 61", que provocó el hundimiento de 21 barcos y la muerte de 83 personas. "No se me olvida", relata el marinero, que nunca ha perdido ni un ápice su pasión por el agua del Cantábrico. La superstición inherente a la gente de mar le llevó a nombrar su lancha de recreo "Emperatriz", en referencia al barco de pesca que tantas alegrías le dio. "Es un nombre ilustre", señala. Por si no fuera poco, a uno de sus hijos lo llamó Jorge Juan en honor a uno de los barcos que había capitaneado.

Su labor profesional junto a su hermano Celestino Gutiérrez, gracias especialmente a las campañas de pesca de bonito y bocarte, le valieron otro apodo. La pareja era conocida como los "chulos del Cantábrico". "Éramos famosos", cuenta "Suso", que guarda un gran recuerdo, por ejemplo, del puerto de Lequeitio, en Vizcaya.

Una vez jubilado, no le importaba lo más mínimo madrugar para ponerse en marcha. "A las cinco de la mañana ya salía para la mar yo solo. El pescado es como las personas; hay que ir antes del amanecer porque está descansado de la noche", señala. Le gustaba la soledad. "Una vez vino y se mareó tanto que no vino más", bromea Gutiérrez sobre su hijo Jesús. De hecho, hace dos fines de semana se embarcó en su "Emperatriz", muestra inequívoca de que la llama no se ha apagado. Si algo ensalza de su carrera, es la amistad forjada en los diferentes puertos del norte nacional.

En el acto del sábado, a las 12.00 horas, estará presente el escritor José Marcelino García, premio "Dolores Medio" de novela en 2013, así como varios miembros del equipo directivo del puerto, en un día de homenaje a toda una vida dedicada al mar.

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