La rehabilitación en la cúpula de la Laboral comienza tras seis años de fiascos

Tres licitaciones desiertas y seis años después, la cúpula de la iglesia de la Universidad Laboral "entrará en el quirófano" para subsanar unas deficiencias permanentemente denunciadas por varios colectivos y partidos. Los operarios de Citanias, empresa encargada de ejecutar los trabajos, comenzaron ayer a colocar las vallas ante el inicio inminente de la ansiada rehabilitación. La idea es que puedan comenzar estos próximos días, una vez que el Principado haga llegar a la firma gallega el permiso.

La falta de agilidad administrativa de Recrea, la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado, dilata desde hace meses el inicio de estas obras, adjudicadas el pasado 7 de febrero y con el contrato formalizado desde el 3 de marzo. Se trata de una reforma para la que el Gobierno regional ha destinado más de medio millón de euros (552.174 euros, impuestos incluidos) y cuyo plazo de ejecución es de cinco meses. En 2019, hubo un intento fallido, que se repitió en 2020 al no optar ninguna empresa para un contrato de 125.000 euros. Fue a finales de 2022 cuando la contratación se vio truncada por tercera vez al presentarse solo una empresa, pero fuera de plazo.

A la cuarta fue la vencida. La empresa Citanias arrancará la anhelada y necesaria rehabilitación para subsanar las filtraciones que deterioran la estructura. Para ello, lo primero a llevar a cabo será el montaje de un importante andamiaje que permitir acceder a la zona más alta de la cúpula para comenzar a subsanar los desperfectos. Será una imagen llamativa por el importante despliegue de soportes. Una vez instalados, tocará comenzar con las intervenciones que frenen las filtraciones.

El proyecto de impermeabilización y reparación fue redactado por el estudio ovetense Lumo Arquitectos. En su memoria abordan las importantes deficiencias tanto internas como externas y las soluciones a aplicar para subsanarlas. Según este documento, la situación actual de la iglesia "es el resultado de su poco uso y falta de mantenimiento". Y apunta a que el origen principal del deterioro en la bóveda procede a través de "filtraciones a través de la cubierta, la linterna y sus encuentros". De su mal estado advirtió de forma reiterada durante estos años la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad Laboral.

La iglesia incluso tuvo que ser cerrada al público por precaución. Sus interiores presentan manchas, decoloraciones en la pintura, oscurecimientos y verdín fruto de la humedad. Eso sí, al menos "no se detectan caídas de las cargas, si bien es posible que durante los trabajos de reparación se detecten zonas mal adheridas o erosionadas", advierte el proyecto redactado. También los exteriores han perdido piezas de la cubierta de pizarra y presentan sellados deteriorados, con una tela asfáltica en estado deficiente, y presencia de vegetación. Asimismo, algunos recubrimientos han sufrido desprendimientos. Las carpinterías muestran un envejecimiento notable, con vidrios rotos que permiten la entrada de aves. Para subsanar estos problemas, se realizará una limpieza evitando áridos agresivos y se retejará la cubierta. También los operarios aplicarán sellados y aplicarán un producto impermeabilizable de última generación basado en nanopartículas. En cuanto al interior, se realizarán labores de saneado del ladrillo y posterior pintado acorde al color original.

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