Gijón vive una gran "Fiesta" con el homenaje a Rafaella Carrá

El tributo "Hola Rafaella" pone a bailar a al público al ritmo de éxitos como "Fiesta", "Qué dolor" o "En el amor todo es empezar" y míticos temas italianos

Paula Martínez

La playa de Poniente viajó al pasado en la noche de ayer para rendir un gran homenaje a Rafaella Carrá cuando se cumplen ya dos años de su fallecimiento. El tributo a la artista italiana lo protagonizó Vanessa Grillone, cantante y bailarina natural de Italia, que, con su acento y caracterización consiguió evocar a la Carrá original ante todos los asistentes que se dieron cita en la explanada frente al Acuario.

En ese lugar se encontraban, por ejemplo, siete amigas que no perdieron la ocasión para escuchar las canciones de la artista que la había visto crecer. Estefi Lamosa, Cam Cuche, Marta Martínez, Patricía Ferreras, Tamara Huerga, Diana Díaz y Cristina Ortega tuvieron claro desde el principio que acudirían a "Holla Rafaella" cada una con una peluca rubia y una prenda de lentejuelas. "Tenemos muchas ganas de escucharlas todas, pero sobre todo ‘En el amor todo es empezar’", comentaba Cuche. El grupo se dirigió hacia una primera fila donde más seguidores de la diva italiana querían "tener sitio para bailar y hacer su característico movimiento de cabeza".

Justo cuando el reloj marcaba las once de la noche, la banda, puntual, comenzó a tocar las primeras notas tan identificables de "Rumore" y con la aparición de Grillone sobre la escena gijonesa, comenzaron los aplausos mientras tarareaban la letra. "Muy buenas noches, señoras y señores, yo soy Rafaella Carrá. Espero que ustedes se acuerden de mí, yo guardo muy buenos recuerdos de mi etapa en España. Esto es ’Hola Rafaella’. Bienvenidos", así comenzó el tributo que reunió a familias enteras en el segundo día de conciertos de la Semana Grande.

Éxitos como "Fiesta", "Caliente, caliente" o "Qué dolor" –además de un popurrí con populares canciones italianas como "Yo no te pido la luna" o "Felicità"– se sucedían ante una explanada que no dejaba de llenarse. Allí habían llegado Gemma Hernández junto a su hija y su nieta, justo cuando la artista hacía una pausa entre canciones para contar una de las anécdotas de la vida de Carrá. "Ha sido la banda sonora de nuestra casa", decía entre risas Hernández. Durante todo el transcurso de la velada, se hizo realidad el dicho de que "solo muere aquel que es olvidado", porque en Gijón, gracias al tributo, nadie puede olvidar el legado de la diva italiana.

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