Las obras de Cabueñes, a pleno ritmo, ultiman la excavación del terreno y elevan ya en altura varias plantas

El hospital estima que tendrá hasta a 400 operarios trabajando a la vez y se mantiene en plazo para cerrar esta primera fase a inicios de 2025

Así avanzan las obras del hospital de Cabueñes: hasta 400 operarios trabajando a la vez para cerrar la primera fase a inicios de 2025.

M. León / S.F. Lombardía

Cumplido esta semana un año desde la colocación de la primera piedra, y también un año el pasado agosto desde la entrada de las primeras máquinas a la zona de obra, la ambiciosa ampliación del Hospital de Cabueñes celebra esta efeméride con un ritmo de trabajos que, ya a pleno rendimiento, ha culminado en un 90 por ciento de las labores de excavación y cimentación de la estructura, que semana a semana registra avances notables en la construcción del nuevo edificio. El inmueble, que tendrá seis alturas (con dos estancias más soterradas), se ha dividido en cuatro bloques verticales para facilitar la organización de las labores. De ellos, según informaron ayer los responsables del proyecto, en el más avanzado los operarios trabajan ya en la quinta planta y esperan terminar la sexta el próximo enero, lo que permitirá hacerse una idea de cuál será la altura final del edificio a construir. «Todo va en plazo y según lo previsto», aseguró Roberto Porres, jefe de la obra.

El macroproyecto, adjudicado a la UTE formada por FCC y Los Álamos por 79 millones de euros, concluirá esta primera fase constructiva, si se mantiene en plazo, en enero de 2025. Después, quedará la segunda fase, que consistirá en el traslado de parte de los servicios del actual hospital al nuevo edificio. «Albergará servicios tan importantes como Urgencias, la nueva zona de resonancias ligada a ellas, los nuevos laboratorios, una nueva unidad de diálisis, la central de esterilización, una nueva área quirúrgica con 19 quirófanos y una UCI», ejemplificó Yolanda López Mínguez, gerente del área sanitaria V de Gijón, que recordó que el futuro inmueble, de unos 51.000 metros cuadrados, supondrá «duplicar el espacio de atención asistencial» del complejo actual, que ocupa unos 60.000.

Explicó también la gerente que su equipo espera cerrar ya este año la ubicación definitiva de algunas estancias que en el proyecto de obra se dejaron como espacios estancos para, precisamente, dejar margen a los sanitarios para elegir su organización. La idea del hospital –que creó equipos con profesionales de varios servicios para consensuar las necesidades– es aclarar esta hoja de ruta en este trimestre para que el Sespa tenga margen en 2024 para tramitar las licitaciones de los equipamientos sanitarios que habrá que comprar cuando finalice esta primera fase. El objetivo es que no haya un momento de «parón» a inicios de 2025 y que el fin de obra pueda enlazarse con las primeras labores de traslado. 

Que la construcción del nuevo edificio diferencie estos cuatro bloques verticales facilita comprobar «in situ» los avances reales de la obra. Dos de ellos pueden ya transitarse en su segunda planta, y desde allí se ve la elevación a ras de suelo de los otros dos y, también, cómo se está gestionando la cimentación en el lateral que tendrá que conectarse en el futuro con un ala del edificio de consultas externas, encajando así el inmueble entre este complejo y un ala de hospitalización. «Hemos tratado de optimizar tiempos y recursos para facilitar ese proceso», aclaró Porres. El inmueble, cuando esté finalizado, tendrá una altura escalonada de entre cinco y siete plantas (coge mayor altura cuando más se pega al actual hospital) y una gran fachada acristalada que será el acceso principal de todo el hospital. En datos, la obra moverá 60.000 metros cúbicos de terreno y contará, en los momentos de más actividad, con hasta 400 operarios trabajando a la vez. Se ha hecho acopio de 200 toneladas de acero corrugado y se tendrán que instalaran 19.000 puntos de luz, más de 650 tomas de gases medicinales y 17 ascensores. 

El diseño de un proyecto de esta magnitud ha sido complejo, pero imaginativo. El arranque de la obra logró esquivar los temidos ruidos de las excavadoras utilizando maquinaria que suele emplearse en minas a cielo abierto para «arrastrar» y no picar la roca del subsuelo. Toda esta fase está casi terminada, a falta de labores residuales de movimiento de tierras. La otra técnica que ha facilitado el proceso ha sido el uso de la llamada tecnología BIM, un sistema de remodelación en 3D que ha permitido proyectar todos los pasos de la obra para adelantarse a posibles contratiempos, según explicó ayer Porres y otros responsables implicados en la ampliación como Fernando, responsable del área económica del área, y Segisfredo «Segis» Toribio, subdirector técnico y de mantenimiento. Del área V, además, acudieron a la visita Ana Cao, directora de Enfermería, y sus dos subdirectoras, Josefina Suárez y Beatriz Braña, así como Iván Pidal, responsable local de Salud Pública. 

Por otra parte, la otra obra en marcha en el hospital, la del recrecido que sumará dos plantas al edificio central para instalar el robot quirúrgico y un quirófano híbrido, está «a semanas» de culminar su construcción básica, que pronto culminará con la instalación de la cubierta. Faltará, después, instalar los equipos, que se esperan inaugurar en enero. 

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