Estos son los motivos (algunos) de la quiebra del Matadero de Gijón: los costes de energía y el menor consumo de carne

La sociedad, con un pasivo de 2,35 millones, arrastraba deudas desde hacía años

La opción para mantener la producción pasa por un potencial inversor

Vista del Matadero, en una imagen de archivo.

Vista del Matadero, en una imagen de archivo. / MARCOS LEON

M. C.

Los altos costes de la energía eléctrica y del gas en 2022, unido al descenso en los sacrificios por el menor consumo de carne han dado la puntilla a a Sociedad de Explotación del Matadero de Gijón (Semagi), que ya venía arrastrando una crisis y acumulando deudas desde hace años. Y, además, acaba de entrar en concurso de acreedores con un pasivo de 2.346.740,44 euros y la petición al juez por parte de la sociedad de que abra el proceso de liquidación de la empresa ante su situación de insolvencia. La empresa cuenta con una plantilla de 17 trabajadores, que tuvieron conocimiento a finales de agosto de la situación, al igual que los clientes del Matadero.

El titular del Juzgado de lo Mercantil 3 de Gijón declaró en concurso voluntario de acreedores a Semagi el jueves de la semana pasada, día 7 y al mismo tiempo decretó la apertura de la pieza separada para tramitar la liquidación de la empresa. Aceptaba así la petición formulada por la empresa, filial de la Cooperativa de Agricultores de Gijón, que había solicitado a finales de julio la declaración de concurso y liquidación por el estado actual de insolvencia. El juez también ha nombrado a la administradora concursal que tendrá que decidir los siguientes pasos sobre una empresa que aún está activa. La única opción para continuar con la actividad pasaría porque apareciera algún potencial inversor interesado en adquirir las instalaciones como unidad productiva, esperanza que mantienen los trabajadores.

El principal acreedor de la empresa del Matadero es la propia Cooperativa de Agricultores, que en sus cuentas anuales de 2022 ya hizo una dotación por deterioro de 1.198.040,17 euros que refleja una parte de las pérdidas en que incurrirá la Cooperativa por la delicada situación de la filial que ahora se va a liquidar, tal como se informó en la asamblea de socios. Entre los acreedores de la sociedad del Matadero también figuran grandes proveedores, entre ellos la compañía suministradora de energía. Según explican fuentes sindicales, la empresa también adeuda dinero a los trabajadores, aunque no cuantías significativas, vinculadas a la revalorización de los sueldos por convenio para 2023 y a una paga extraordinaria. Desde mediados de 2020 en la empresa hubo tres regulaciones temporales de empleo (ERTE) que en conjunto sumaron 17 meses y que afectaron a 14 de los trabajadores, que vieron reducida su jornada laboral entre un 25% y un 30% en esos meses por la menor carga de trabajo.

Entre los factores que influyeron en esa crisis, agregan, estuvieron la pandemia del coronavirus y también la pérdida en 2021 de un importante cliente, una cadena de medianas superficies, que hasta entonces aportaba cerca de un tercio del total de sacrificios en el Matadero gijonés y que optó por irse al Matadero Central de Asturias y utilizar también, en menor medida, otro en Pravia. Pese a ello, en 2021 la empresa tuvo menos pérdidas que el año anterior, entre otras cosas al tomar medidas para ajustar los gastos. Pero en 2022 la situación empeoró, cerrando el ejercicio con unas pérdidas de 489.443,40 euros después de impuestos, según la memoria de la sociedad, debido al consumos de luz por las cámaras frigoríficas, y de gas para el calentamiento de agua, en un entorno de mercado difícil para el sector cárnico.

Cita en el Ayuntamiento

El Matadero está en la actualidad sin gerente, después de que la persona que ocupaba este puesto renunciara voluntariamente el pasado 31 de mayo, para incorporarse a otra empresa. La sociedad está gestionada por un consejo de administración y tiene alquilada al Ayuntamiento la parcela (próxima a la ITV de Granda) y la nave en la que realiza sus actividades. En 2014 se firmó un nuevo contrato de arrendamiento por 30 años, a raíz del que la empresa acometió inversiones en equipos, que son ahora su principal activo.

Los trabajadores serán recibidos el jueves de la semana próxima por miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Gijón, tras haber solicitado una reunión a través del registro municipal. La posibilidad de que pudiera aparecer algún inversor interesado en mantener la actividad en las instalaciones pasaría, de producirse, por alguna empresa de tamaño relevante interesada en integrar el sacrificio de animales en su cadena de valor. Hoy por hoy no hay ninguna oferta.

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